Indignados con las listas de espera y los «malos modos»

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Dos pacientes reclamaron en relación con el área de traumatología del hospital

21 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las listas de espera y otros desaguisados del sistema sanitario público se antojan realidades que hay que asumir sin más. Con resignación e impotencia, en todo caso. Pero hay ciudadanos, algunos en la comarca, que no están dispuestos a ello; que intentan, con quejas, que al menos quede patente su indignación. En los últimos días fueron dos los vecinos que dejaron constancia, a través de reclamaciones, de su malestar con el servicio de traumatología del hospital. En ambos casos, no les importa ni dar sus nombres ni contar sus historias, porque consideran que pueden ser las mismas en las que se vean reflejados otros pacientes.

Eduardo Gude, vecino de Ribeira, lleva tiempo acudiendo al traumatólogo en el hospital. Explica que recibe una especie de tratamiento mensual para un problema de rodilla. En la última visita, el especialista le dijo que debía volver en treinta días. El problema vino cuando se acercó a pedir la cita. En vez de para mediados de abril, que era cuando le correspondería, se la dieron para el 24 de mayo. Intentó por activa y pasiva que se la cambiasen. Envió faxes a la gerencia hospitalaria, habló con la secretaria de dirección... Pero la respuesta fue que no había huecos antes de esa fecha. Se comprometieron a que, si quedaba sitio libre, le llamarían.

A Gude no le valió la respuesta. Acostumbrado a luchas contra la Administración -anteriormente había recurrido al Valedor do Pobo por otro retraso sanitario y logró que se redujese su espera en un año- incluso se dirigió al juzgado a ver qué posibilidades tiene.

Un caso distinto

El caso de Jesús Murillo, un vecino de A Pobra, es algo distinto. Sufrió una caída y se hizo daño en el húmero. Primero, como debe hacerse, acudió a su médico de cabecera, que intentó calmarle el dolor con fármacos. Sin embargo, al empeorar su estado y llevar varias noches sin dormir, el doctor le dio un volante para que fuese a urgencias del hospital el día 12. Así lo hizo. Llegó sobre media mañana. Estuvo bastante tiempo esperando a que llegase la traumatóloga -cosa que, por cierto, dice que le parece relativamente normal porque entiende que «de esto no se muere»-. Pero el chasco se lo llevó cuando apareció la especialista. Dice que «de muy malos modos» le recriminó que acudiese a urgencias «y no me atendió, me dijo que fuese a consulta y punto, salí de allí como vine, tras esperar varias horas». Tiene cita para el 18 de mayo. Ayer acudió a presentar una reclamación. Su indignación radica sobre todo «en que se nos trate como a unos animalitos».

¿Qué dice la Administración? Básicamente, que las listas de espera existen, y que se intenta dar el mejor servicio a los pacientes del servicio público.

Avances en la especialidad

También señalan que, precisamente, en la especialidad de traumatología del hospital barbanzano se hicieron importantes avances, ya que hubo momentos en los que la demora para una consulta llegaba a los doce meses. Igualmente, también señalaron que aunque un facultativo indica que se debe volver en un mes a veces esos plazos no tienen que ser exactos al 100% y siempre que la demora no sea desmesurada no tiene que suponer un problema para los pacientes. En todo caso, que se valora siempre si esperar es factible o no para el enfermo.