Ganaderos de la comarca analizan cómo se diversifica la producción en Francia

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán ramón Alvite RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Visitaron la región de Pay de Loire, donde se produce desde vino a manzana de mesa y se crían aves, conejos y cabras

27 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los ganaderos de la comarca participantes en el viaje del Centro de Promoción Rural-EFA Fonteboa de Coristanco dedicaron la jornada de ayer a analizar en profundidad la realidad de la región de Pays de Loire, la segunda del país francés con mayor peso en el sector agroganadero. En este sentido, lo que más sorprendió a la expedición gallega fue la diversificación de la producción que registra la zona, donde es fácil encontrar explotaciones dedicadas a actividades tan variadas como la producción avícola, cunícola, ovino-caprino, vacuno de leche y carne, porcino o la producción de vino, cereal e incluso manzana de mesa

También llamó la atención del grupo el enorme peso de la cultura asociativa dentro del sector, donde más de la mitad de las granjas se han constituido bajo alguna figura jurídica de tipo cooperativo. No en vano, en el departamento de La Vendee, donde Fonteboa tiene su base operativa, nacieron a mediados del siglo pasado las primeras cooperativas de utilización de maquinaria agrícola en común, las tradicionales CUMA, que empezaron en Galicia cuatro décadas más tarde.

Los responsables del centro de Meslay realizaron una completa exposición de la realidad social y económica de la zona y una presentación de las distintas visitas a granjas que llevarán a cabo durante la semana.

Intensa formación

En la primera salida al campo, la expedición visitó la explotación de La Bruffière, que compagina la producción de 620.000 kilos anuales de leche con la cría de 28.000 patos y la prestación de servicios a otras explotaciones. En esta granja conocieron el caso del joven Antonique Rezeau, que sigue en el negocio familiar y que les reseñó los pasos que siguió para poder incorporarse a la actividad.

Al contrario de lo que sucede en Galicia, donde es suficiente la realización de un curso sobre distintos aspectos de la ganadería de 250 horas de duración, en Francia, los jóvenes que quieran acceder a ayudas públicas para incorporarse a la actividad agroganadera deben acreditar formación académica de grado superior en la materia, un período de prácticas, de al menos seis meses, en una granja similar a la suya y el compromiso de participar en acciones de formación continua durante otro año, una vez hayan comenzado su actividad.

Para agradecer el buen trato recibido por los profesionales galos en la visita a sus granjas, los responsables de Fonteboa agasajaron a sus anfitriones con miel de la zona, plantas aromáticas e incluso tarta de Santiago.

Intercambio

Este viaje responde a una costumbre que se mantiene en los 22 años que llevan de relación el centro de Coristanco y el Meslay. Haciendo gala de su galleguidad, en este período, a las tierras francesas viajaron ya productos típicos como el vino o el aguardiente. Pero no solo eso. En aras de compartir lo mejor de Galicia, hubo ocasiones en las que también llevaron especies autóctonas como laureles o carballos, que todavía pueden verse en las inmediaciones de algunos establos de La Vendee. Un intercambio cultural, económico y social en toda regla que va camino de ser una auténtica tradición en los dos países y que, sin duda, busca compartir experiencias provechosas.