Absueltos los cuatro acusados de secuestrar a un hombre en Rianxo

María Hermida
María Hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La Audiencia Provincial considera que no hay pruebas para culparles

22 feb 2012 . Actualizado a las 07:09 h.

En febrero del 2007, un vecino de Boiro denunció que había estado secuestrado en una vivienda de O Pazo, en Rianxo, durante dos días. Dijo que le habían retenido y atado de pies y manos. La investigación se puso en marcha y se llegó a detener a cuatro personas. Sin embargo, todas resultaron absueltas por la Audiencia Provincial de A Coruña, que alega que no hay suficientes pruebas.

¿Cómo ocurrieron los hechos? En teoría, desde la mañana del día 18 de febrero del 2007 hasta el día 20 de ese mismo mes, el denunciante estuvo permanentemente acompañado por dos de los acusados. Permanecieron casi todo el tiempo en una vivienda, pero también acudieron hasta el poblado gitano de O Bao, donde supuestamente compraron droga. El caso es que las personas que en su día fueron detenidas tenían problemas con el denunciante por asuntos del trapicheo -en la sentencia se indica que todos ellos son consumidores de droga y que ingirieron sustancias estupefacientes durante los días que ocurrieron los hechos-. En la mañana del día 20, el hombre que dijo haber estado secuestrado se presentó en una casa de la zona de O Pazo a pedir auxilio. Llevaba las manos atadas con una brida de plástico.

Los acusados reconocieron que esta persona sí estuvo con ellos. Pero negaron que le retuviesen a la fuerza. Es más, dijeron que su denuncia se debió a «paranoias» que se inventaba por culpa del consumo de drogas. Dicen que sí discutieron con el denunciante, pero que no llegaron a secuestrarlo. Y que en su domicilio tenían bridas porque uno de ellos hacía trabajos de fontanería.

La sentencia señala que las únicas pruebas son las declaraciones de los propios acusados. Y que lo único que queda acreditado es que el denunciante fue visto por un taxista con las manos atadas, y también por la dueña de la casa en la que pidió auxilio. Sin embargo, el resto no pudo probarse.

Existen indicios

El tribunal dice que existen indicios de delitos por parte de los acusados, como el hecho de que el denunciante fuese visto con las manos atadas, aunque también cabe la posibilidad de que él mismo se las pudiese atar. En todo caso, concluye que «no queda suficientemente acreditado que efectivamente el acusado haya sido retenido en contra de su voluntad en los días en los que permaneció en la casa de O Pazo». Y, dado que se trata de un delito que podría acarrear una condena importante, se aplica el principio de in dubio pro reo -ante la duda, a favor del reo- y se absuelve a los cuatro acusados.