De aquel barco apenas una sombra en los recuerdos de un país viejo, escéptico y mudo. Qué recuerdos quedan. Surrealismo: por veces comparo la actuación de las autoridades y el barco con las Crónicas do Sochantre, de Cunqueiro. Una Santa Compaña desfilando a lo largo de la costa gallega, esperando que pasara algo. Solo Paco Vázquez tuvo el valor de adelantar una propuesta «para fuera y botarlo a pique».
Desorden: en el tumulto posterior, con la marea negra lamiendo las rías, la prohibición de la Marina Mercante de impedir salir a los barcos pesqueros. ¡Porque no tenían autorización de transportistas de residuos peligrosos!.
Determinación: los bateeiros y pescadores saliendo al mar para enfrentarse a la ballena negra y beberla a puñetazos de pura desesperación.