El que suscribe, Jesús Alonso Fernández, ex alcalde de Boiro y actual presidente del consejo de administración de Calizas Marinas, S.?A., tiene el honor de exponerle, señor alcalde, lo siguiente: los concejales de la oposición BNG y PSOE están desarrollando una campaña difamatoria contra la empresa Calizas Marinas, que puede derivar en resultados muy perjudiciales para esta empresa pero, sobre todo, para el sector mejillonero de Galicia.
No es cierto que produzca malos olores. No es cierto que produzca vertidos contaminantes. Esto sí existió cuando ellos gobernaban y de manera brutal, paralizaron la empresa cortándole la energía eléctrica y el agua, con lo que la concha que quedó sin calcinar se ha podrido, causando muy malos olores y una serie de perjuicios y traumas que la llevaron a la ruina.
Me hice cargo del consejo de administración porque ningún otro, de los 44 socios que componemos esta sociedad, aceptó la presidencia, ni ningún cargo en el consejo, excepto la empresa pública Xesgalicia, que pertenece al Igape y es la mayor accionista, y las nuestras: Escurís y Jealsa, con solo un 15% del capital social. Hemos hecho un gran esfuerzo en reparaciones, limpieza y tecnología. Hoy funcionamos correctamente. El pasado 25 de octubre, entramos en el Registro de Alimentación Animal con el nº ESP.15.0011.0006.
En Galicia se consumen entre 35 y 40 mil toneladas de carbonato cálcico para la preparación de piensos de animales. Esto supone que, solo en Galicia, tenemos posible mercado para la venta de toda la producción, que resulta ser de calidad excepcional. La empresa Coren, de Ourense, que nos ayudó y nos está ayudando mucho con la compra de este producto, ya lleva retirados varios camiones.
Señor alcalde, desde mi experiencia política, que no es poca, tenemos a personas con perfiles bien definidos. Los que hoy componen la oposición, son los «defensores do sacho». Odian a la empresa y su ilusión es que cerráramos. Lamentablemente, la industria del «sacho», hoy no es rentable, así tierras de cultivo magníficas, están abandonadas, y Boiro, que tiene una población que ronda los 20 mil habitantes, necesita crear puestos de trabajo y para ello, necesitamos empresas. Empresas solventes que cumplan con sus obligaciones y paguen sus impuestos ya que, de otra manera, los estados quiebran.
Si yo fuera hoy alcalde de Boiro, estudiaría la fórmula de promocionar la instalación de empresas en nuestro polígono de Espiñeira, que está vacío, ofreciéndoles toda clase de servicios y reduciendo las tasas al mínimo, y, si fuera legal, incluso ofreciéndoles gratuitamente su instalación por un período de tiempo. Repito, lo más importante es crear puestos de trabajo y pagar toda la deuda heredada, tal como hice en el año 2003, cuando heredé los pufos del señor Velo y compañía.
Créame, quien paga sus deudas y cumple puntualmente con todas sus obligaciones, nunca le faltará crédito.