El firme de la AC-550 se ha cuarteado por falta de mantenimiento
19 oct 2011 . Actualizado a las 19:27 h.Un cartelón del Plan Move de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas donde se anuncia a bombo y platillo la obra de la variante de Noia preside, irónicamente, uno de los tramos en peor estado de la carretera AC-550. El firme es de todo menos firme. La señalización horizontal se desvanece entre tantos años de falta de mantenimiento y la calzada está tan cuarteada que se asemeja a la piel de un reptil, con agujeros en los que cabe un pie adulto.
Es uno de los tramos que pide a gritos una intervención, pero no es el único. La irregularidad de la carretera es tal en algunas partes de la AC-550 que llegar al límite general de la vía es misión imposible. Pocos son los que se atreven a alcanzar los 90 kilómetros por hora. Y la carretera soporta un tráfico intenso.
De hecho, y según las mediciones de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, cada día transitan entre Noia y Porto do Son más de 5.000 vehículos. El 5 % del tráfico es pesado, unos vehículos que desgastan más la ya de por sí deteriorada carretera.
Testal, Boa y Porto do Son
A pesar de que en este vial se suceden los tramos donde parece que se está circulando sobre un pedregal con otros en los que el firme está en buenas condiciones, tres son los puntos donde el asfalto está tan deteriorado que las grietas recorren el trazado.
Si uno sale de Porto do Son con destino Noia nada más alejarse de la villa se encontrará con el primer punto donde la estabilidad del vehículo, y por tanto la seguridad en la conducción, brilla por su ausencia ante el estado del firme. La carretera a la altura del cementerio sonense y la oficina de información turística deja bastante que desear y obliga a reducir velocidad.
Una vez superado el primer escollo, quedan dos puntos negros más. Uno está ubicado en la zona de Boa, donde el firme vuelve a estar en un estado lamentable, a lo que se une el hecho de que algunos de los baches se han parcheado y se trata de una zona con curvas complicadas.
Finalmente, y tras pasar el cartelón de la Xunta que anuncia la obra del puente sobre la ría -que estará terminado a finales del próximo año y que liberará a la AC-550 de parte de su tráfico- llega el último tramo en un estado deplorable. Se trata de la zona de Testal, donde la pintura de los carriles de incorporación comienza a desaparecer y la falta de mantenimiento también ha dejado cuartear el firme en algunos sitios, mientras que en otros se han parcheado de cualquier manera los baches.
Sin embargo, y aunque los conductores lo pueden pasar realmente mal a la hora de desplazarse entre Noia y Porto do Son, tampoco los peones y ciclistas lo tienen fácil. Buena parte del trazado de la AC-550 discurre por tramos urbanos, ya sea de grandes poblaciones -como Portosín y Porto do Son- o por zonas con numerosas casa a pie de calzada. En estos, las aceras o son mínimas o directamente no existen y el arcén es muy estrecho para las bicis.