Los datos del censo de 1857 ponen de relieve que la comarca contaba con 35 extranjeros, la mayoría de los cuales, un total de 19, tenían fijada su residencia en Noia. El resto se repartían entre Boiro, Lousame, Muros, Outes, Rianxo y Ribeira. La situación es muy diferente a la actual, ya que en el área barbanzana están asentados, según el último informe del INE, un total de 2.300 inmigrantes.
Si hace siglo y medio era Noia el principal punto de destino, ahora ocupa el tercer puesto. Ribeira se ha convertido, ya desde hace unos años, en un foco de atracción para quienes, procedentes de otros países, buscan un trabajo y las condiciones idóneas para el establecimiento de su familia.
La mitad de los inmigrantes que hay en la comarca están empadronados en la capital barbanzana. En Boiro reside otro importante número, más de 400, y en el territorio noiés se han asentado 258.
De hecho, en la actualidad no hay ningún ayuntamiento de la comarca en el que no resida población extranjera. En 1857 las cosas eran muy distintas y, según los datos oficiales, no había ciudadanos de otras nacionalidades en Carnota, Mazaricos, A Pobra ni Porto do Son. En estas dos últimas localidades, por ejemplo, la cifra supera el centenar.