El número de habitantes de A Pobra, Noia y Rianxo se ha duplicado, mientras que el de Mazaricos, Lousame y Outes ha descendido
10 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Aunque el descenso poblacional es el principal fenómeno demográfico que caracteriza a buena parte de la comarca durante las últimas décadas, lo cierto es que la pérdida de población de algunos municipios se remonta a bastante más atrás en el tiempo. Este es el caso de Mazaricos, Lousame y Outes. Según el censo de población del año 1857, el más antiguo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el primero en el que se realizó una división provincial y municipal de todo el territorio, estos tres municipios han visto reducidos sensiblemente sus padrones de habitantes desde entonces. Por el contrario, la población de Ribeira y Boiro se ha triplicado, mientras que en A Pobra, Noia y Rianxo se ha multiplicado por dos.
En el caso de Lousame y Mazaricos, las cifras oficiales arrojan una diferencia superior al millar de habitantes -1.110 y 1.005 vecinos, respectivamente- entre los que viven actualmente en estos concellos y los que lo hacían a mediados del siglo XIX.
Con referencia al 1 de enero del 2010, última cifra oficialmente aprobada por el INE, hay 3.699 lousamianos y 4.854 mazaricanos residiendo en sus respectivos ayuntamientos. En el caso del censo outiense, está compuesto por 7.313 vecinos, 421 menos que en 1857.
Desigual ascenso
El resto de municipios del área de influencia de esta edición ha aumentado, aunque de forma bien distinta, su población durante los últimos 154 años. En términos absolutos, en Ribeira residen ahora prácticamente 20.000 vecinos más que hace siglo y medio, mientras que en Boiro ha crecido su vecindario en más de 12.000 personas.
Más moderada ha sido, sin embargo, la evolución de la población en Muros y Carnota donde el censo ha aumentado un 38% y un 26%, respectivamente, o lo que es lo mismo, en 2.701 y 1.027 personas.
Según los datos del padrón municipal del año 1857, en el conjunto de los once municipios de Barbanza, Muros y Noia había inscritos un total de 69.498 ciudadanos.
Transeúntes
De esta cifra, un total de 284 estaban considerados como transeúntes, es decir, no tenían su residencia permanente dentro del propio municipio. En términos actuales podría equipararse a la denominada población flotante.
Este fue el primer censo poblacional realizado en España en el que se realizó este tipo de diferenciación, entre quienes se encuentran de forma estable en el término y quienes lo hacen de manera ocasional.