La regata Cortizo Sistemas abrió las pruebas de verano

J.M. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

26 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La temporada de verano de vela dio comienzo en la comarca el fin de semana con la celebración, el sábado, de la regata Cortizo Sistemas, una prueba de carácter autonómico y en la que participaron unas treinta embarcaciones.

Los veleros que tomaron la salida en la ensenada de Rianxo se toparon con una mañana cerrada por la niebla y con un viento de componente sur que sorprendió a los regatistas, pues todos los pronósticos vaticinaban que soplaría norte.

Además de las naves pertenecientes al náutico de Rianxo, club organizador, también acudieron a esta cita barcos procedentes de Portosín, Vilagarcía, A Pobra y Ribeira.

El comité de regatas tomó la decisión de organizar dos recorridos distintos: uno de quince millas para las clases regata y crucero-regata, y otro de once millas para los cruceros. De este modo, toda la flota llegaría más agrupada a la línea de meta.

Clasificaciones

La embarcación de Javier Durán, el Corsario VI, del Náutico de Vilagarcía, fue la ganadora de la clase regata, seguida del Meigas Fóra V, patroneado por José Codesido López, del Club Náutico de Portosín. El tercer puesto fue para el Siradella, del regatista de Portosín César Álvarez Congost.

Por otra parte, cabe indicar que el barco Kanala, de Ignacio Ezanarro, del Náutico de Portosín, fue el primero en cruzar la línea de meta en la clase crucero-regata, seguido del Vento sur, con Antonio Fernández a la caña, siendo el tercero el Viajes Atlántico, de José Manuel Pombar, ambos del Club Náutico Caramiñal.

El velero Aguilucho, de Lino Escurís, de A Pobra, fue el vencedor de la clase crucero. A continuación quedó el Pichurri, de Nacho Rupérez, del club rianxeiro, mientras que en tercer lugar entró el Nubarrón II, de Tomás López, de O Caramiñal.

A primera hora de la tarde se dio la salida con viento dirección suroeste y una intensidad de nueve nudos. Los barcos partieron sin incidencias y tras virar en la boya de desmarque, pusieron rumbo a la señal situada en las proximidades de la playa de Tanxil. Después enfilaron hacia Vilagarcía para regresar al punto de partida, excepto los de la clase crucero, que tuvieron que acercarse hasta Cabo de Cruz.

La falta de viento jugó un papel determinante a la hora de decidir las posiciones, según apuntaron desde la organización, que variaron sobre todo en los puestos de cabeza de cada categoría. La más afectada fue la clase crucero, en la que los barcos se emplearon a fondo.