Tanto el de Argalo como el de Parxubeira, en Mazaricos, poseen características comunes, que comparten con Dombate. Se trata de la existencia de un corredor que daba acceso a un atrio en el que se colocaban pequeños ídolos, representaciones antropomorfas realizadas con pequeños cantos tallados. En el caso de Argalo, en las excavaciones llegaron a encontrarse hasta media docena de figuras. Por lo que respecta a Parxubeira, la falta de un plan de conservación provocó que parte del yacimiento fuese expoliado y, por ejemplo, las piedras que formaban parte del corredor han desaparecido.
Aunque este legado se encuentre en terrenos privados, como también sucede con el menhir de Bretal, las disposiciones que regulan los bienes de interés cultural establecen, además de la obligatoriedad de fijar un régimen de visitas -algo que en la comarca no se cumple-, que debe permitirse la realización de trabajos de investigación y excavación siempre que estos estén debidamente autorizados por las autoridades competentes.