Han solicitado con cargo a los planes de empleo de Xunta y Diputación un total de 150 socorristas y 126 operarios para limpiar los arenales
15 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La temporada estival se acerca y con ella surge, cada año, una oferta laboral que se circunscribe únicamente al trabajo en los numerosos arenales con los que cuenta la comarca. Son muchas las necesidades que atender, aunque las más importantes son las derivadas de la limpieza de las playas y la vigilancia. Solo para satisfacer estas dos prestaciones, los concellos consideran necesaria la contratación de 776 personas.
Hacer frente al desembolso económico que supone dar empleo a este volumen de trabajadores resulta prácticamente imposible para las mermadas economías locales. Por este motivo, tanto Xunta como Diputación de A Coruña sacan cada año una convocatoria de ayudas cuya finalidad es contribuir económicamente con las Administraciones locales, para que puedan disponer del personal necesario o, al menos, de una parte, durante la denominada campaña veraniega.
La medida también tiene por objeto favorecer la contratación, un aspecto muy necesario en una época en la que la cifra de parados va en ascenso, como se apunta desde diversos ayuntamientos barbanzanos.
Necesidades
En esta ocasión, estiman precisa la contratación de 150 socorristas y de 126 operarios destinados a la limpieza diaria de los arenales. Sin embargo, esto no significa que finalmente vayan a convocarse plazas para este volumen de trabajadores. Los responsables municipales indican que, en función del dinero que se reciba y de la disponibilidad financiera de las arcas locales, se harán los ajustes pertinentes.
Raro es que las solicitudes de los ayuntamientos coincidan con la aportación que finalmente reciben de las Administraciones. Como ejemplo sirva el de Porto do Son. La teniente de alcalde, Ánxela Franco, recuerda que también el pasado año reclamaron 45 socorristas y, finalmente, solo llegaron fondos para contratar a 18.
En el caso de A Pobra, el mandatario, Isaac Maceiras, concreta que en el presupuesto están consignados fondos para dar empleo a diez personas. Si las aportaciones externas son suficientes no se echará mano de este dinero. Algo similar sucede en Boiro, donde, como explica el primer edil, Xosé Deira, ya prevén tener que asumir con dinero propio parte de las necesidades del servicio de vigilancia en los arenales.
En otros concellos se ajustan a la ayuda que reciben o minimizan la contratación porque su capacidad económica es limitada.