Portos investiga el vertido de restos de mejillón en la dársena de Cabo de Cruz

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Fuentes del ente autonómico indicaron que existen denuncias extraoficiales y que se aumentará la vigilancia

09 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El abrigo que proporciona al puerto de Cabo de Cruz la ampliación del muelle y la construcción del nuevo contradique fue recibido en la localidad boirense como una bendición, sin embargo, como todo, también esto tiene una parte negativa. Y es que, al parecer, algunos bateeiros aprovechan la calma que reina en el interior de la dársena crucense para llevar a cabo diversas tareas, como la limpieza de mejillón, cuyos deshechos acaban en el fondo del mar. Esta práctica está prohibida y Portos de Galicia está investigando el asunto.

Es algo que está en la calle, pero nadie quiere acusar a nadie y, según explicaron fuentes del ente autonómico, tampoco hay pruebas materiales de nada, de modo que, por ahora, no se impondrán sanciones. Eso sí, la Administración tomará medidas para evitar que episodios de este tipo se repitan en la dársena crucense.

El primer paso será dirigirse a todas las agrupaciones de mejilloneros y colectivos marineros de la localidad, entidades a las que la Xunta remitirá una advertencia informativa recordando que está prohibido verter en el interior del puerto cualquier tipo de deshechos, incluyendo los derivados de su actividad.

Medidas futuras

Si esta primera iniciativa no surte efecto y persisten los vertidos de restos de conchas y mejillón en el interior de la dársena, el ente autonómico no descarta tomar otras medidas futuras y, llegado el caso, imponer las sanciones correspondientes a los infractores.

Pero para eso es preciso que haya una denuncia formal que se sustente con pruebas, algo que por ahora no existe. No en vano, desde Portos explicaron que el guardamuelles encargado de velar por el correcto uso de las instalaciones portuarias es itinerante, es decir, no está permanente en la rada crucense.

En cuanto a la ausencia de denuncias formales pese a que no falta quien reconoce saber de este tipo de prácticas, hay quien explica el porqué en los siguientes términos: «Para iso ten Portos unha persoa encargada de vixiar». Como, visto lo visto, con esto no basta, la Administración no descarta incrementar la vigilancia para intentar identificar a los infractores.