Emilio Palacio concienció a sus hombres de la importancia del encuentro contra el Universidade de Valladolid. En este contexto, los de Boiro saltaron a la pista con las pilas bien cargadas y tomaron la iniciativa en el juego y en el luminoso, en el que casi siempre gozaron de una ventaja de 3-4 puntos. La continuidad en el cambio, el acierto en el complejo bloqueo-defensa, destacando la aportación de la primera línea (Iván Souto y Óscar Gómez), quienes sumaron un buen puñado de puntos, dieron el primer set por 25-23.
Más complicado resultó el segundo. Tras la ventaja de los castellanos por 15-10, un tiempo muerto devolvió la fluidez al juego de los de Boiro, que acabaron imponiéndose por 25-22. En el tercero, los barbanzanos no dieron opción a los anfitriones (25-21).