José Antonio fue el promotor del club boirense, al que se sumaron sus dos hijos
12 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Para hablar de voleibol en Boiro es obligatorio hablar de José Antonio Pérez. Fue él quien, hace dos décadas, introdujo este deporte en el municipio, de la mano de los chavales del colegio de Santa María do Castro, donde imparte clases de Educación Física. De este profesor partió también la idea de fundar el club boirense, en el que, actualmente, juegan sus dos hijos, Antón y Xián.
Sobre aquellos comienzos, José Antonio señala que su objetivo era lograr que chicos y chicas practicaran un deporte común en igualdad de condiciones: «Vía que os rapaces xogaban ao fútbol mentres as nenas paseaban ou, sinxelamente, estaban sentadas. Foi entón cando decidín aproveitar os coñecementos que tiña de voleibol para introducilo no colexio».
Como la idea cuajó, el centro de Cabo de Cruz participó en diversos torneos escolares hasta que, en 1989, se fundó el club: «Viamos que outras entidades tiñan subvencións e pensamos en copiar o modelo. Competimos coas categorías cadete e xuvenil ata 1997. Logo, como non podiamos soportar o paso á sénior, repartimos aos mozos polos clubs da zona e quedámonos a nivel escolar».
Tras un paréntesis, José Antonio regresó a los campos en el 2002, pero cuatro años más tarde optó por abandonar definitivamente el voleibol. Lo que él no sabía entonces era que aquella decisión iba a ser, simplemente, otro descanso. «Antón, animado polos compañeiros, empezou a practicar voleibol con 14 anos, mentres que a Xián empurrouno a súa nai, xa que a el non lle gustaba ningún deporte. Foi por eles polos que, hai un par de anos, regresei ao club», comenta.
Volvió primero como directivo pero, después, debido a los ajustes presupuestarios, optó por entrenar al equipo de segunda división masculino. Pese a que regresó movido por sus hijos, José Antonio señala que hay tres elementos de este deporte que ejercen de gancho: «É un deporte de equipo, non hai contacto co rival e entre os xogadores establécese unha relación moi forte, que está incluso por riba das súas idades».
Reconoce que el voleibol es su gran pasión y se siente orgullo de que sus hijos hayan decidido seguir sus pasos, pero el mayor de los Pérez es consciente de las escasas opciones que tiene esta actividad a nivel profesional: «É unha afección, porque as saídas son case inexistentes. Hai un chaval de Boiro que está na selección permanente, pero os casos así son contados».