La cofradía de Muros reclama que se incluya el furtivismo como delito en el Código Penal
BARBANZA
Las aguas bajan revueltas en el sector pesquero y marisquero de Muros. La decisión de un grupo de marineros y armadores de ponerse al frente de la lucha contra el furtivismo con la puesta en marcha de vigilancias para evitar el robo de marisco, ha desatado un conflicto entre ambos bandos en el que se incluyen denuncias y daños materiales en propiedades de los responsables de la iniciativa. Ante esta situación, desde la cofradía hicieron un llamamiento a la calma y al mismo tiempo piden y apoyan que las autoridades competentes intervengan y se incluya el furtivismo como delito en el Código Penal.
El patrón mayor, Daniel Formoso, señaló que dicha reforma mejoraría sustancialmente la situación porque aumentarían las penas y las sanciones y podría disminuir significativamente este tipo de delincuencia, no solo por el mero hecho de que algunos infractores pudieran entrar en prisión, sino que «favorecería un cambio de mentalidade e comportamento destas persoas», subrayó.
Competencia
Desde el pósito muradano indicaron que el furtivismo en la zona es ejercido por seudo pescadores deportivos que «nestas fechas están a roubar o pan duns profesionais ao tempo que fan unha competencia ilegal e desleal abastecendo mercados, rexistrando uns índices de profesionalización alarmantes, que incluso montan a súa propia vixilancia para controlar aos servizos de inspección, e permitíndose o luxo de mofarse destes, chegando moitas veces ás ameazas físicas e de tipo persoal», dijo el patrón mayor.
Daniel Formoso quiso dejar «moi claro», que desde la entidad marinera no están en contra de la actividad que realizan los pescadores deportivos de pesca submarina, pues «consideramos que é un lexítimo dereito que deben exercer os amantes deste deporte, que permite a captura de recursos para consumo propio e sen ningunha finalidade comercial».
Para los dirigentes del pósito muradano, esta práctica de modalidad deportiva ejercida con las limitaciones que establece la legislación, «non supón perigo algún para os recursos, polo que dende a confraría sabemos diferenciar ben entre os furtivos e os practicantes desta especialidade», explicó Formoso.
Por último, desde la entidad marinera destacaron que «lamentablemente existe tamén unha falta de concienciación por parte da cidadanía, que a veces expresan a súa comprensión e apoio a estes furtivos e incluso chegan a xustificalos. Estes apoios fainos máis fortes e incluso atrévense a desafiar a todo o mundo, créndose con todo o dereito do mundo a campar as súas anchas».