Barbanza aún no ha tirado la toalla

Xoán R. Alvite MAZARICOS/CORRESPONSAL.

BARBANZA

Entre 1998 y el 2001 llegaron a disputarse en la zona un centenar de veladas. La afición por la lucha ha caído, pero las nuevas generaciones vienen con ganas

10 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Mediaba la década de los 90 y los gimnasios de la comarca se llenaban tarde tras tarde de multitud de chicos interesados en ponerse los guantes, subir al ring y practicar deportes tan poco habituales entre los muchachos de ahora como el boxeo, el full contact o el kick boxing . Por aquel entonces, el centro deportivo Muíños, en Noia, el Barbanza en Boiro y los polideportivos de ambas localidades representaban los cuatro lados de un imaginario cuadrilátero que llegó a ser una referencia en cuanto a la práctica de deportes de contacto en toda Galicia.

Por el municipal de Barraña pasó de lo más granado de estas tres disciplinas de lucha a nivel europeo. Fue en esa pista, por ejemplo, donde Javier Castrillejo, campeón del mundo en dos categorías diferencias y uno de los boxeadores españoles más laureados de todos los tiempos, retuvo su título de campeón europeo del peso superwélter ante el francés Ludovic Proto en 1994. El Lince de Parla -apodo por el que era conocido- logró llenar hasta los topes las gradas de un polideportivo donde raro era el fin de semana en el que no había programada una velada con varios combates.

Tal era el potencial de la zona que dos púgiles locales llegaron a formar parte de la selección gallega de aficionados que compitió por el campeonato nacional en el año 1999 rompiendo la hegemonía, en cuanto a la procedencia de los integrantes del equipo, que venía ostentando la comarca viguesa. Fueron José Manuel Viturro y Lino Brión. Este último incluso llegó a proclamarse, varios años después, campeón autonómico de full-contact en la categoría de los semipesados. Otro de los deportistas de la comarca más destacados de ese período fue el noiés Héctor Sánchez que logró, en el año 2000 y en una velada celebrada en su propio municipio, alzarse con el entorchado nacional semiprofesional de full-contact en la modalidad de peso ligero.

Apoyo económico

Entre los años 1998 y 2001 se tiene constancia de cerca de un centenar de combates desarrollados en la zona y en comarcas limítrofes, aunque organizados por los clubes barbanzanos. La mayor parte de estas veladas congregaban a numeroso público y contaban con el apoyo económico explícito de los consistorios donde tenían lugar, de la Diputación provincial y, sobre todo, de las casas comerciales que no dudaban en volcarse en el patrocinio de estas disciplinas.

A día de hoy, prácticamente una década después de que los deportes de contacto hayan disfrutado de su momento más dulce en la comarca, la situación es sustancialmente distinta. Si bien sigue habiendo combates, la frecuencia con la que estos se llevan a cabo dista mucho de ser la de antaño. Otro tanto sucede con el número de luchadores ya que, si bien en los gimnasios sigue habiendo un buen número de aficionados de estas disciplinas, estos prefieren practicarlas de puertas para adentro, sin más espíritu competitivo que el que se registra en la propia instalación.

Este hecho lo corrobora Luis Torrado Treus, una de las personas que mejor conoce los entresijos de los deportes de contacto en la comarca y que más horas ha dedicado a preparar deportistas en modalidades como el boxeo o el kick-boxing. «Eu sigo traballando como levo facendo dende fai practicamente vinte anos. Segue habendo afección por estes deportes e rapaces novos interesados en aprender. O que pasa é que, en comparación co que pasaba a finais dos 90, agora danse moitas circunstancias que fan que a situación sexa distinta. Por exemplo o tema dos patrocinios, máxime neste momento de crise tan delicado, está moito máis difícil», apunta el que fuera fundador del Club Barbanza de Deportes de Contacto.

Torrado puntualiza que sacar un buen luchador necesita de un tiempo de preparación importante, que no muchos están dispuestos o capacitados para soportar: «Hai moita xente que compite por afección dentro dos ximnasios pero que non se decide a dar o salto. Pódese dicir que temos un problema de canteira que sen embargo non impide que, de cando en vez, salte algún rapaz que destaca sobre o resto», precisa.

Continuidad en Boiro

Torrado Treus, que desempeña su actividad deportiva en el gimnasio Ozono de Boiro, desde donde planifica también el calendario de la selección gallega de kick-boxing, de cuyo cuerpo técnico forma parte, señala que el municipio sigue manteniendo un estatus importante dentro del panorama gallego y nacional de los deportes de contacto. «No verán, por poñer un exemplo, a selección galega adestrouse no Concello ademais de levárense a cabo distintas actividades formativas polas que pasaron loitadores de elite tan prestixiosos como Manolo Planas, campión do mundo de kick-boxing ,ou o catalán Luis Llorent, tamén campión do mundo de Muay Thai. Seguimos estando no tema, o que pasa que agora toca traballar para que, dentro dun tempo, se vexan os resultados».

Mientras no repuntan esos campeones, los aficionados tienen que conformarse con algún combate de pascuas en viernes donde los títulos los disputan púgiles de fuera de la comarca.