Largo proceso
Queda atrás un largo culebrón que comenzó a gestarse en 1994. De esa fecha data un primer informe de intervención en el que se advertía de posibles irregularidades en la recaudación, que se confirmaron en otro documento realizado dos años después. Este fue precisamente el que desencadenó que el Tribunal de Cuentas tomase cartas en el asunto iniciando un proceso administrativo que arrancó en el 2001 con una resolución provisional en la que se requería a Jesús Fórneas el pago de más de 300.000 euros y que incluso motivó un embargo preventivo de bienes del ex recaudador.
Luego, en julio del 2003, el tribunal dictó una primera sentencia en la que se condenaba a Fórneas a devolver al Concello de Boiro 159.000 euros por el desfase en las liquidaciones en el período comprendido entre 1990 y 1996, un fallo que en junio del 2005 se ratificó y que ahora, cinco años más tarde, confirma el Tribunal Supremo cerrando así un proceso administrativo que lleva prácticamente una década pendiente.