Vecinos de Xuño salen a la calle contra las expropiaciones para mejorar la AC-550

María Hermida
María Hermida NOIA/LA VOZ.

BARBANZA

30 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En abril de este mismo año, en Xuño empezó a fraguarse un malestar a cuenta de una obra. Algunos vecinos de la localidad empezaban a decir que las expropiaciones que iba a hacer la Xunta para mejorar la seguridad vial en la carretera AC-550, es decir, en la travesía de Xuño, les iban a dejar en una peliaguda situación. Pasaron los meses y ese enfado de algunos se convirtió en una indignación generalizada. Ayer, muchos de esos residentes decidieron reunirse a pie de calle para hacer público su descontento. El alcalde, que además es vecino de la parroquia, mostró el apoyo del Concello sonense a las personas afectadas, alrededor de medio centenar de familias.

¿Qué es lo que ocurre? La Xunta hizo un proyecto de mejora de la seguridad vial a lo largo de 900 metros de carretera que incluye cambios en las intersecciones, la dotación de espacios para aparcar y la construcción de aceras. Los vecinos no están en contra de la obra en sí, cuyo presupuesto se acerca al millón de euros, sino de lo siguiente: dicen que no tienen «información directa por parte da Xunta» de lo que se quiere hacer y que, por lo que están viendo, las expropiaciones a las que se enfrentan son «impresionantes».

Quienes ayer salieron a la calle no hablan por hablar. Además de que la Xunta ya les mandó cartas para que vayan al levantamiento de actas previo. Al mismo tiempo, unos técnicos empezaron a marcar sus propiedades. Tal y como se está pintando, y como los vecinos denuncian, la obra se llevará por delante cierres, un hórreo de 1857, trozos de bodegas, algunos metros de patios y jardines, y otras propiedades. Dada esta circunstancia, a media mañana de ayer, un buen grupo de residentes hablaba de esta manera: «Se isto vai adiante, é a ruína para o pobo. As obras están ben, pero non a conta do que leva aí toda a vida».

Movilizaciones

Los vecinos insisten en que la Xunta tiene la obligación de dar información. Y el alcalde también habló en la misma línea. De hecho, dijo que la consellería no accedió a mandar la documentación al Concello. Si las cosas siguen así, los residentes creen que el único camino que les queda es la movilización. «Haberá que cortar o tráfico ou facer o que sexa», sentenciaba uno de los propietarios afectados.