De la mano del párroco Alfonso Mera, Cáritas de Muros se fundó hace un año y cada vez atiende a mayor número de personas. El sacerdote indica que actualmente prestan ayuda a unas veinte familias en situación crítica: «A las que surtimos con ropa y alimentos».
También señala que los lunes y jueves, que son las jornadas en las que se distribuyen víveres o ropa, cada vez hay una mayor afluencia de ciudadanos que tienen dificultades para afrontar necesidades básicas o que temen verse desahuciados porque no pueden hacer frente al pago del alquiler o de la hipoteca.
Cáritas de Muros no recibe víveres del fondo de alimentos, por lo que semanalmente prepara bolsas de comida empleando en la adquisición de los productos el dinero procedente de las aportaciones de los socios y de las colectas que periódicamente se hacen en la iglesia.
Sobre los destinatarios de estas aportaciones, Mera subraya que la mayoría son personas de la localidad, vecinos que nunca antes habían recurrido a colectivos de beneficencia y que hasta ahora llevaban una vida normal, pero que se han visto golpeados por el paro y por la falta de ingresos.