Tras conocer los nuevos espacios, los políticos no dudaron en sumarse a la fiesta que disfrutaron tanto los usuarios como sus familias y otros vecinos sonenses. Primero, la agrupación de la asociación noiesa de A Rasa interpretó varias piezas del folclore gallego. Luego, tocó la hora de saborear unos pinchos. Y, para rematar con alegría, se bailó al compás de un dúo.
En distintos concellos
Las instalaciones sonenses no son las únicas donde se da atención diurna a personas mayores y dependientes. En los últimos años, se abrieron también centros de día en los municipios de Outes, Carnota y Boiro. En teoría, también debería estar funcionando otro en Ribeira. Sin embargo, y para disgusto de muchas familias, continúa cerrado a cal y canto. Lo último que dijo la Xunta es que iba a contratar el mobiliario y el personal. Sin embargo, continúan sin darse fechas. Por otra parte, en la comarca barbanzana hay más municipios, como es el caso de A Pobra, que están pendientes de ayudas para contar con este tipo de instalaciones.