Lunes 25 de agosto del 2008. La entonces conselleira de Pesca, la socialista Carmen Gallego, inauguraba la nueva lonja de Portosín. Al acto acudían el alcalde Porto de Son, Manuel Tomé, y el patrón mayor, Eduardo Carreño. Sin embargo, los armadores no pudieron empezar a utilizar las instalaciones hasta el día 14 de este mes. Es decir, casi trece meses después de que la rula se presentase en sociedad a bombo y platillo.
Pero el retraso en su puesta en marcha no parece ser el único inconveniente del recinto de subastas. Eduardo Carreño denunció la existencia de «innumerables deficiencias en las instalaciones». Según él, la empresa adjudicataria de las obras no utilizó los materiales que aparecían reflejados en la memoria del proyecto: «Son bastante pobres y la estructura no parece ser muy sólida», dijo.
La lista de quejas es amplia y variada. «Los aseos son cuartos oscuros, no tienen ni ventana ni ventilación artificial; además, en un área de unos cien metros cuadrados solo se habilitó un enchufe».
Desembolso
El patrón mayor reconocía ayer que en las dos últimas semanas la cofradía tuvo que hacer frente a un desembolso de 10.000 euros para acometer una serie de mejoras en el inmueble. Eso sí, la intención de Eduardo Carreño es pasarle la minuta a la Consellería do Mar para que haga frente a los gastos.
Pero no todo son malas noticias en el nuevo recinto de subastas de Portosín. El responsable de la entidad marinera admitió que la nueva rula es bastante mejor que la anterior: «Está mucho más tecnificada, lo que posibilita hacer las descargas y las subastas más rápidas. También da la posibilidad a los armadores y a los compradores de desempeñar su trabajo en el interior de la nave y no a la intemperie», esgrimió. La rula dispones de Internet y ADSL
El coste de la nueva lonja de Portosín ascendió a 1,6 millones de euros y tiene 1.900 metros cuadrados de superficie útil.