«Santiago é unha marca turística consolidada», asegura el presidente de la Asociación Hostelería Compostela, José Antonio Liñares, que reconoce estar «gratamente sorprendido» por los datos vertidos ayer por la asociación acerca de la ocupación hotelera en el mes de agosto en la ciudad. Y es que los hoteles de la capital han experimentado el pasado mes un crecimiento en su ocupación de 12 puntos con respecto al mismo período del pasado año y de más de un 25% respeto al mes de julio, situándose la ocupación media de agosto en el 78,65%. Pero es que el dato es verdaderamente sorprendente si se compara con los pasados años de bonanza, que no lo superan en más de 3 o 4 puntos.
El presidente de los hosteleros compostelanos no quiere echar las campanas al vuelo realizando un análisis inexacto de los datos, y aduce que agosto siempre ha sido un mes «desordenado e caótico», en el que la mayoría de reservas se confirman a última hora. También asegura que el bajón experimentado el año pasado, y por el que «tanto fuimos criticados por nuestro entorno, atiende a causas externas en la oferta». Apunta como posible explicación a la Exposición Universal de Zaragoza del verano pasado, que «absorbeu moito do turismo de última hora».
Con este análisis se puede llegar a la conclusión de la crisis no ha afectado al sector turístico compostelano, dado que las causas de las caídas durante el pasado ejercicio pueden ser explicadas en su mayor parte por las variaciones en la oferta exterior de destinos.
Otro dato significativo es el colosal incremento en la ocupación de agosto si se compara con el otro mes de la temporada. Las habitaciones de los hoteles compostelanos se han visto hasta un 25% más llenas en este último, consolidándose el octavo mes del año como el vacacional por excelencia en la ciudad.
Realizando una comparativa por categorías (estrellas) con el año pasado se observa que todos aumentan en el número de huéspedes excepto los de dos estrellas, y el incremento más significativo se encuentra en los hoteles de cuatro, que mientras que el año pasado no superaban el 64% de ocupación, este año se colocan por encima del 81%.
«Pensiones con encanto»
Los datos que arrojan las pensiones de una, dos y tres estrellas no difieren en gran medida a los ofrecidos por los hoteles, por lo que las conclusiones son similares. La ocupación media en este tipo de alojamiento ha sido del 82,78%, alcanzando su pico en las de más alta categoría con apenas un 10% de camas libres.
José Antonio Liñares atribuye la siempre creciente demanda de pensiones a su alta calidad y a su buena situación en la ciudad. «Moitos turistas e viaxeiros cambian o confort pola cercanía. Ademais en Santiago, contamos coas chamadas pensións con encanto», afirma el presidente de los hosteleros, que asevera «están a colleitar moitos adeptos entre os turistas extranxeiros».
La ocupación de pensiones en julio resultó ser, al igual que en el caso de los hoteles, significativamente inferior a la del pasado mes, experimentando un incremento del 20,4%.