«Sabía que el modelo de negocio era el correcto pero nunca pensé que lograríamos semejante éxito»

A. Vidal

BARBANZA

04 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La palabra jubilación no forma precisamente parte de su diccionario. A sus casi 84 años -los cumple el 18 de julio- acude a diario a la empresa, que levantó hace ahora tres lustros, como una forma de mantenerse en activo. «Es mi medicina particular», dijo. Severino Escurís Batalla pertenece a una de las sagas conserveras de mayor renombre de Galicia y de España.

-¿Por qué con casi 70 años se embarcó en una aventura de este calado tras haber sido presidente de Escurís?

-Conocía muy bien las necesidades de la industria conservera y sabía a la perfección cuáles eran sus puntos fuertes y débiles. Por eso decidí crear la compañía.

-Como se dice en el argot, empezó de cero y con una potencial cartera de clientes.

-Sí, y haciendo muchos números, pero el tiempo me está dando la razón y esa es mi mayor satisfacción.

-¿Se imaginó alguna vez pertenecer al selecto club de los cien millones de facturación?

-Sabía que el modelo de negocio era el adecuado, pero nunca pensé que lograríamos semejante éxito.

-¿Dónde se sustentan las claves de Actemsa?

-Como le dije anteriormente, en saber exactamente lo que quería. Entre los puntos débiles de la industria conservera se encuentran el aprovisionamiento de materia prima, el almacenaje de producto o el convertir una pieza de atún en lomos listos para enlatar, una de las actividades que más mano de obra necesita. Ese papel intermedio es el que nos está dando resultados.

-Usted lleva vinculado al mundo de la alimentación desde los 13 años y habrá vivido un sinfín de ciclos económicos, ¿es esta la peor crisis de todas las conocidas?

-Recuerdo que en 1993 y 1994 atravesamos por unos momentos complicados, pero para mí este es el peor período de recesión de todos, porque es el primero de la era de de la globalización. De hecho, las medidas adoptadas por los gobiernos para tratar de frenarla están siendo infructuosos porque se desconoce con exactitud las causas que la provocaron. Lo único que sabemos es que las empresas lo tenemos difícil para obtener un crédito o llevar a cabo inversiones productivas que mejoren la actividad.