«Con el talento no se va a ninguna parte; hace falta trabajo y dedicación»

La Voz

BARBANZA

12 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Juan Carlos Brión reconoce que por sus manos pasaron infinidad de nadadores que, sin embargo, se quedaron en nada. Por eso, apela al sacrificio para poder conseguir medallas y méritos.

-La eterna pregunta, ¿se nace o se hace nadador?

-Con el talento no se va a ninguna parte; hace falta trabajo y dedicación.

-¿Y cómo se combinan ambos conceptos?

-Como en todos los ámbitos de la vida, hay personas que nacen con una cualidad innata para una especialidad deportiva. Ahora bien, la clave es saber aprovechar esas ventajas que da la naturaleza y pulir los defectos, pero eso solo se hace con dedicación. En este club hay nadadores que se pasan entre tres y cuatro horas diarias en la piscina, sea verano o invierno, mientras que sus amigos van al cine o de compras. La clave radica en saberles transmitir ese sacrificio. En este sentido, el entrenador también juega el papel de psicólogo.

-El problema también radica en algunos padres, que se creen que tienen un Michael Phelps en casa, lo que genera problemas de egos.

-Es muy común. Algunos progenitores ven en su hijo un fuera de serie cuando, repito, el talento no lo es todo en la vida.