Los percebeiros cogieron cuatro mil kilos menos que en el primer trimestre del 2008

J.M. Jamardo

BARBANZA

01 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El descenso de las capturas de percebe en la comarca de Barbanza comienza a preocupar a los profesionales que se dedican a esta actividad. Y no es para menos. En el primer trimestre del año, han pasado por las lonjas de la comarca 10.900 kilogramos de crustáceo, cuando en el mismo período del año pasado se contabilizaron 14.800 kilogramos. La voz de alarma no se hizo esperar y los profesionales buscan ya los motivos de este importante descenso.

Los percebeiros de Aguiño, el colectivo más importante que se dedica a la extracción de este recurso, se las está viendo y deseando en las últimas semanas para coger los topes establecidos. Pero la situación es similar en el resto de localidades que se dedican a esta actividad.

En Porto do Son también han detectado una importante caída en las capturas. Esta situación está provocando también una bajada en la facturación de esta especie, lo que repercute negativamente en los ingresos de los productores que se dedican a esta actividad.

Reducción

El patrón mayor de Aguiño, José Manuel Oujo, señaló que apenas hay marisco en sus concesiones. Hace unas semanas abrieron la zona norte, que comprende la costa del entorno del faro de Corrubedo, y tuvieron que reducir las jornadas extractivas debido a la escasez de marisco en las rocas.

«O problema é que non hai percebe». Así se expresaba Oujo. El dirigente es incapaz de concretar las causas de este importante descenso en la producción. «Foi un ano no que houbo bastante mal tempo e o marisco non desovou», dijo.

El representante de la entidad aguiñense señaló que en los últimos días parece que «comeza a verse algo de cría nas pedras, pero ata o momento non é bo», subrayó.

José Manuel Oujo se aventuró a decir que la actual campaña «vai ser moi cortiña». En este sentido, explicó que las capturas descendieron de forma considerable en las inmediaciones de Corrubedo con respecto al año pasado.

El trabajo de los percebeiros es duro y también complicado. Eso sí, las jornadas eran hasta el momento bastante cortas y «normalmente agora é moi raro que a xente veña antes das dúas horas que temos estipuladas por día, pois é case imposible coller o tope de cinco quilos», comentó.