Obras de arte mudan la fea imagen de las tapas de alcantarillas

BARBANZA

Arousa Norte promueve el proyecto, que ejecutarán creadores de Leñaverde

26 mar 2009 . Actualizado a las 11:16 h.

Si hay elementos que son imprescindibles pero que al mismo tiempo afean los lugares más bellos de esta y de otras comarcas, esas son las tapas de la red de alcantarillado. Son placas de hierro que con el paso del tiempo acaban oxidándose. Para asombro de muchos, Arousa Norte se ha propuesto poner fin a la mala imagen que ofrecen estas cubiertas. Para ello, la mancomunidad ha recurrido a un grupo de creadores de Barbanza, cuya misión serán convertir estas piezas en auténticas obras de arte.

Durante el próximo mes de abril, un grupo de colaboradores del proyecto cultural Leñaverde tomarán las zonas de la comarca de mayor interés turísticos haciendo volar su imaginación y utilizando las tapas de las alcantarillas como si de auténticos lienzos se tratara. De esta forma, las oxidadas cubiertas se convertirán en una silueta de Castelao, en una recreación del dolmen de Axeitos o en una batea de mejillones.

El batallón artístico hará su primera parada en la localidad rianxeira, concretamente en el paseo marítimo que une el casco urbano con la playa de A Torre. De hecho, pese a que el día fijado para el inicio de la actuación es el 4 de abril, en esta zona ya pueden verse algunas tapas decoradas con múltiples motivos relacionados con la cultura barbanzana.

En A Pobra, la zona elegida para hacer desaparecer las feas tapas de alcantarillas ha sido el entorno del Museo Valle-Inclán, mientras que en Boiro, la actuación se llevará a cabo en la zona peatonal. El proyecto culminará a finales de abril en Ribeira, donde serán las cubiertas situadas en el paseo marítimo de Coroso las que muden su mala imagen para dar paso a coloridas obras de arte..

Reclamo turístico

La intención de Arousa Norte es que la ejecución del proyecto sea un reclamo turístico en sí mismo. Para ello, las intervenciones se realizarán al aire libre y el objetivo es que se conviertan en un espectáculo de carácter artístico.

Los creadores que colaboran en este proyecto han sido seleccionados por Martín Casanova, que es el director artístico de la experiencia, bajo la coordinación de Pablo Chouza, representante de la cooperativa Fungo. Su misión consistirá en preparar un cóctel de creatividad y originalidad para mejorar la estética de elementos que forman parte indispensable del mobiliario urbano de cualquier localidad, pero por cuya estética no hay preocupación alguna. Barbanza será a partir de abril un auténtico escaparate artístico.