La falta de información sobre los cortes de luz indigna a los usuarios

Vanessa Lagares / A. Gerpe

BARBANZA

Una explotación láctea y otra porcina de Lousame acumulan ya 72 horas sin corriente eléctrica

27 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Tres días después del paso del vendaval por la comarca, los barbanzanos continuaban sin recuperar la normalidad. Ayer todavía quedaban negocios y hogares a oscuras. El malestar por la demora de la compañía eléctrica en restablecer el servicio es creciente, especialmente por el hecho de quienes llamaron a Unión Fenosa coinciden en criticar la falta de información.

La lista de damnificados es inmensa y la patronal sonense, al igual que el sábado hizo la boirense, anunció ayer que estudia presentar reclamaciones. Precisamente, el responsable del colectivo de Porto do Son, Luis Oujo, es uno de los perjudicados porque su empresa de granitos, Sograni, no pudo trabajar hasta las 10.30 horas de ayer, cuando se le restableció el suministro eléctrico.

Se da la circunstancia de que la factoría trabaja de forma ininterrumpida. Su responsable afirma que la facturación media diaria es de unos diez mil euros, por lo que cifra las pérdidas, como mínimo, en 30.000 euros.

Lo mismo sucedía en el municipio de Lousame, donde a última hora de la tarde de ayer algunos vecinos todavía seguían sin suministro eléctrico, lo que complica las labores a realizar en las granjas. Algunos ganaderos tienen pérdidas incalculables, puesto que a la falta de luz hay que sumar los daños provocados por los fuertes vientos en las instalaciones.

Complicación

Este es el caso de Julio Paradela, propietario de una explotación porcina en el lugar de Xestoso, en la parroquia de Vilacoba. Los fuertes vientos, además de levantarle por completo el tejado de la nave de cerdas de cría, le estropearon parte del sistema eléctrico de alimentación. Ello, sumado a la ausencia del suministro de energía, hace que tenga que alimentar a los cerca de 2.000 cerdos que albergan las instalaciones manualmente.

«Levamos dende o venres á noite sen luz e chamamos a Fenosa para que nos veñan amañar pero ata o de agora non sabemos nada», decía Paradela, propietario desde hace 27 años de Granxa Xestoso S.?L.

«O peor de todo isto é que nestes momentos somos a única aldea que está sen luz, a pesar de que os dous núcleos do lado xa a teñen restablecida dende hai varias horas», se lamentaba antes de aclarar que la falta de electricidad no solo suponía que tuvieran que alimentar a los animales manualmente, sino que también retrasaba las labores de reposición de la techumbre de las madres de cría.

«Aquí hai 160 femias en diferentes etapas do período de xestación, dende que sabemos que están preñadas ata 15 días antes de parir, e témolas que ter tapadas con plásticos para que non se mollen. Queríamos repoñer canto antes o tellado, pero sen corrente isto leva moito máis tempo do habitual», aclaraba Paradela con impotencia.

Además, en uno de los módulos afectados se encuentran alojadas las cerdas que acaban de traer crías, las cuales, por falta de luz, tienen menos calor del que deberían. «A día de hoxe estamos traballando cun xenerador de urxencia e de pequenas dimensións só para darlle calor ás crías que acaban de nacer», dice preocupado antes de explicar que la tormenta les estropeó el pasado sábado el otro generador, de más capacidad, que habían alquilado. Por si fuera poco, todavía desconocen las consecuencias que a la larga pueda traer lo ocurrido en los animales.

«Esperemos que as crías se salven, porque o que non sabemos aínda é como vai afectar todo isto na xestación das nais que están a punto de parir».

Sociedad láctea

Unos metros más adelante, las tres familias que gestionan la Sociedad Agraria de Transformación Santa Lucía se encuentran en una situación similar.

«Hoxe ás oito da tarde hai 72 horas que estamos sen luz. No noso caso, visto que aquí as condicións eléctricas non son as mellores do mundo, a pesar de que temos os eólicos xusto a golpe de vista, decidimos comprar un xenerador cando montamos a granxa, e iso fai que vaiamos tirando máis ou menos con normalidade», alega Rial antes de aclarar que las granjas de hoy en día son totalmente dependientes de la electricidad y que durante las tres jornadas que lleva sin luz empleó 120 litros de gasóleo para generar energía.

A las carencias en el suministro eléctrico hay que añadir los problemas con la telefonía fija y móvil. Establecer contacto con Boiro o Porto do Son resultaba difícil ayer al existir sobrecargas en la red. Lo mismo sucedía en Noia y en Lousame, donde los teléfonos móviles se quedaban sin cobertura a la mínima.