Los piquetes paran las descargas del mayor exportador de mejillón a Italia

R.E.

BARBANZA

08 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«Ou empezabamos a tirar os prezos, ou volviamos aos muelles». Con esa frase explicaba ayer un bateeiro de O Grove por qué varios cientos de mejilloneros habían tomado el muelle de Vilaxoán a primeras horas de la mañana. En ese puerto arousano las horas transcurrieron tranquilas, sin sobresaltos ni tensión. Solo alrededor de las once de la mañana se produjo un gran movimiento de masas: todos los bateeiros que allí se habían concentrado se movieron hacia Cambados. Cuando llegaron a Tragove, un camión cargado con mejillón para Italia acababa de marcharse. Era un camión cargado con bivalvo que tenía como destino Italia y que había sido servido por mejilloneros que están fuera de la disciplina de Pladimega. Mejilloneros que, según esa organización, están tirando los precios.

El camión cargado en Cambados pudo salir del muelle con su carga. No tuvo la misma suerte Mariscos Campelo, el principal exportador de mejillón hacia Italia, que se está sirviendo de molusco fuera de Pladimega. Los seis trailers que ayer tendría que haber cargado en Domaio tuvieron que salir del muelle vacío. Unos 200 bateeiros se habían congregado en el muelle y habían hecho una advertencia al conductor. «Oe amigo, engañácheste de muelle, que hoxe aquí é festa», le dijeron. Así que, para evitar males mayores, se anularon las descargas.

Los afectados por la acción de los piquetes aseguraban ayer que en Italia las ventas no van bien: se han reducido a la mitad de lo que se vendía el año pasado. La crisis que afecta al precio de todos los mariscos también afecta al mejillón, y el precio establecido por Pladimega para el bivalvo que se envía al mercado europeo (0,60 euros el kilo en muelle) hace que la exportación al mercado italiano resulte inviable. Tanto, que las depuradoras vinculadas con la organización de productores estarían vendiendo, según estas fuentes, por debajo de las cantidades que pretenden imponer.

La versión dada desde Pladimega es opuesta. Su batalla es, dice Julián García, contra los productores que venden el mejillón a menos del 0,60 pactado. Y es que si se baja esa tarifa, la rebaja iría mucho más allá de los 0,40 euros e incluso de los 0,30, cantidad que hace que la actividad no sea rentable.

30.000 bolsas menos

Los bateeiros de Pladimega afirman que este año reciben hasta 30.000 bolsas menos de pedidos para Italia cada semana. Y si eso es así, es por que los depuradores encuentran en otros lados «mexillón a menor precio». La parada de la actividad forzada ayer pretende ser un toque de atención, para intentar reconducir la situación y recuperar los precios.

Hace unos meses, los bateeiros iniciaron un paro similar para el mejillón con destino a la industria. Tras varios meses no lograron su objetivo. «Os de industria xa conseguiron o que querían, que se lle baixase o prezo. Os de fresco, como aos de industria se lles rebaixou, queren o mesmo», explicaba ayer Julián García.

Los depuradores, sin embargo, hacen otra lectura de lo ocurrido ayer en los muelles de Vilaxoán, Cambados y Domaio. Muchos interpretan las acciones protagonizadas ayer por los piquetes como un intento de los bateeiros por eliminar a algunas empresas para hacerse con el mercado que estas se han ido ganando. «Se realmente queren que se venda máis, se realmente ese é o problema, que poñan un prezo que sexa asumible polo mercado», argumentan los depuradores.

Julián García replica: «O que non se vaia vender, non se vai vender por moito que baixes o prezo». El responsable de Pladimega asegura que la guerra que se está librando solo persigue que todos los bateeiros tengan opción de vender el bivalvo que cultivan en sus bateas. «Iso é o que queremos, que cada batea venda o que lle toque».