La flota pesquera de Ribeira estudia las fórmulas europeas para la crisis

BARBANZA

07 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El secretario general de Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat Pérez, se reunió ayer con representantes de todos los sectores pesqueros adscritos al puerto de Santa Uxía para explicarles el contenido del reglamento recientemente aprobado por la Unión Europa, que modifica los contenidos del Fondo Europeo de la Pesca (FEP) con el fin de que los armadores puedan afrontar la crisis que se ha acentuado en los últimos meses con las alzas del combustible, las bajas cotizaciones de las capturas y la invasión de pescado ilegal.

Javier Garat dio a conocer a los presentes que la Unión Europea había aprobado el nuevo reglamento en tiempo récord y con una fluidez en su tramitación sin precedentes. Lo que busca la modificación del FEP es la adaptación de la flota a las actuales circunstancias, por lo que establece una serie de medidas para facilitar la reducción del esfuerzo pesquero y la optimización de los gastos de explotación en aquellas unidades que permanezcan activas, para lo cual ha arbitrado una serie de ayudas con el fin de facilitar la adhesión de los empresarios.

En primer lugar, los interesados tienen un plazo de seis meses, que empezó a contar el 1 de julio, para adherirse a las diferentes opciones. Con el fin de que los colectivos pesqueros estén bien asesorados para decidir los planes a los que acogerse, el reglamento subvenciona el cien por cien de la contratación de expertos para que las decisiones que adopten estén sustentadas en hechos objetivos, así como para saber a ciencia cierta si reúnen las condiciones para adherirse a las opciones del reglamento comunitario.

Menos pesca

En la elaboración del plan de adecuación de la flota, que en el sector denominan PAF, tanto por las siglas como por el significado de la palabra -ruido que hace algo al caer al suelo- las autoridades comunitarias han priorizado uno de los objetivos que la Unión Europea viene repitiendo en los últimos años, que es la reducción del esfuerzo pesquero, de ahí que haya establecido períodos de paralización temporal, tanto si el armador opta por dar de baja el pesquero como si se decide por optimizar los gastos energéticos.

Javier Garat indicó a los ribeirenses que la UE quiere conseguir una reducción del 30% de la flota española, mientras que para el 70% restante pretende que se acoja a planes de eficiencia energética, con los que busca que los barcos optimicen el consumo de combustible y sean menos vulnerables a los vaivenes del alza del petróleo.

Según explicó el dirigente de Cepesca, el organismo comunitario también se comprometió a estudiar, de aquí a fin de año, medidas a poner en marcha para revalorizar el pescado en primera venta, que es también uno de los problemas ancestrales de los sectores del mar, que ven como el producto se vende al consumidor a unos precios muy superiores a los que se cotiza en lonja.

Representantes de los colectivos marineros de Ribeira confirmaron que hay armadores que estarían dispuestos a optar por el desguace, pero una de las condiciones que se requiere para ello es que el consumo energético supere el 30% de los gastos de explotación, y embarcaciones como las del palangre, por ejemplo, están por debajo de ese nivel, aunque la rentabilidad actual es prácticamente nula y pierden menos dinero estando amarrados a puerto que saliendo a faenar.