La playa de O Prado, en Corrubedo, alberga desde hace años los restos de una casa que perteneció a una familia del lugar. El abandono ha convertido el inmueble en una ruina dentro de un solar abandonado, lleno de zarzas y maleza, que se viene utilizando como vertedero. Ante una situación que califican de insalubre, la Asociación de Vecinos Faro de Corrubedo, haciéndose eco también de las quejas de residentes y turistas, pide la eliminación de la antigua vivienda.
La entidad ha remitido escritos a Costas y a Medio Ambiente en los que detalla la imagen que ofrece la céntrica playa de O Prado con una edificación en estado ruinoso. Por ese motivo, reclama a ambos organismos que adopten las medidas necesarias para resolver esta situación «y haga lo posible por ayudarnos a resolver una situación de deterioro tan palpable, a la que los propietarios parece que no quieren poner remedio».
Entre las causas que en opinión de la asociación justifican la erradicación del inmueble figuran problemas de carácter medioambiental, de seguridad y desarrollo sostenible.
El presidente de Faro de Corrubedo, Bernardo Santos, cree que puede estar produciéndose una posible irregularidad e indica que es posible que la estructura invada los primeros metros de la zona marítimo terrestre.
Además, Santos afirma que el aspecto no es el más adecuado para un arenal al que, manifiesta, llegan «miles de visitantes a lo largo del año y que en esta época estival está lleno de gente, familias y niños que tratan de disfrutar de su fina arena y de sus claras aguas».
Malos olores
El presidente incide, en los escritos remitidos a Costas y a Medio Ambiente, en que debido al estado de abandono del solar se generan malos olores. También subraya que debido a los residuos existentes hay ratas, y que todo ello provoca que un punto de la costa de belleza inigualable situado en el centro del pueblo se vea degradado por esta situación.
La entidad vecinal considera que es preciso que se adopten medidas de manera urgente para acabar con lo que considera un foco de infección. Además, subraya que las ruinas de la vivienda suelen ser utilizadas por personas que consumen sustancias estupefacientes y que dejan los residuos tirados en el interior, lo que también ve como un peligro.
Los vecinos confían en que la Administración ponga remedio a esta situación buscando la forma de eliminar los restos que quedan del inmueble.
El presidente del colectivo que ha puesto los hechos en conocimiento de los responsables autonómicos, Bernardo Santos, aseguró ayer que la playa de O Prado es muy concurrida, tanto por residentes como por visitantes, e incidió en que el hecho de que la existencia una edificación casi destruida en este paraje repercute muy negativamente en todos los sentidos.