Los viticultores consiguen la denominación para sus caldos

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA

BARBANZA

La primera cosecha barbanzana se comercializará el próximo año Medio Rural reconoce la designación Viño da Terra Ribeiras do Barbanza-Iria

23 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

La asociación de viticultores de Barbanza, presidida por Francisco Crusat, vio ayer cumplido el objetivo que lleva persiguiendo desde hace unos cuatro años, que los caldos producidos en su ámbito de influencia y con unas estrictas directrices puedan comercializarse bajo la denominación Viños da Terra Ribeiras do Barbanza-Iria. La Consellería do Medio Rural dio a conocer la orden por la que se reconocen las características singulares del producto de la zona. Ya nada impide que la cosecha del 2007 pueda comercializarse en el mercado español e internacional . Con el nombre de Viños da Terra Ribeiras do Barbanza-Iria será posible etiquetar los caldos de mesa producidos, elaborados y embotellados en alguno de los siguientes municipios de la comarca: Ribeira, Rianxo, Boiro, A Pobra, así como en seis parroquias de Porto do Son y en tres de Lousame. Sin embargo, a la entidad también pertenecen tres términos de la zona sur de Arousa y uno de la comarca del Sar. Limitaciones Con el nombre elegido por los cultivadores sólo podrá etiquetarse vino elaborado con cepas existentes en el área geográfica especificada en el documento aprobado por la consellería. La técnica empleada en la manipulación de la uva y sus derivados deberá tender a la obtención de una bebida de máxima calidad, manteniendo las características tradicionales de los caldos de la zona. El reglamento redactado por los viticultores, y que según sus propias declaraciones tiene exigencias propias de la elaboración de caldos con denominación de origen, establece que sólo podrán utilizarse seis variedades de uvas blancas y otras tantas de tintas. Los vinos Ribeiras do Barbanza-Iria tendrán una graduación alcohólica volumétrica natural mínima del 10% y del 11%, según los casos. La normativa aprobada también determina cuál será la acidez mínima, que deberá ajustarse a lo establecido en un Real Decreto publicado en el año 2003. El proceso para conseguir que Barbanza disponga en el mercado de unos caldos con denominación específica ha sido largo. Los impulsores de la iniciativa no sólo han tenido que examinar los cultivos para saber en qué situación se encontraban, sino que han tenido que poner en valor una actividad que había ido perdiéndose con el paso de los años. En la comarca proliferaban especialidades de uva como la catalana, que no están admitidas para hacer caldos.