La regata Ramiro Carregal puntuará para la Copa Galicia de cruceros

Ramón Ares Noal
X. Noal RIBEIRA

BARBANZA

Se desarrollará en dos jornadas y técnicamente es una de las pruebas punteras de Galicia El Náutico de Portosín ha ganado cinco de las seis ediciones celebradas hasta ahora

01 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

La séptima edición de la regata Ramiro Carregal Rey-Gran Trofeo Faro de Corrubedo, que se disputará los días 24 y 25 de este mes, volverá a ser puntuable para la Copa Galicia de Cruceros, aliciente que animará una prueba ya de por sí exigente e interesante para los amantes de la vela. Los clubes náuticos de Ribeira y Portosín volverán a ser los puntos de referencia, con una salvedad: este año la salida será el puerto deportivo del municipio arousano, y la llegada, la correspondiente instalación de la ría de Noia. Francisco Gude, responsable de la entidad sonense sobre la que, este año, cae el peso de la organización, desveló los detalles técnicos de la prueba. Según el dirigente, se trata de una competición de alto nivel, muy exigente y sólo al alcance de deportistas experimentados. Y esbozó algunos detalles que sustentan su teoría: el primer día, sábado 24, los veleros saldrán del puerto de Ribeira en dirección al de Portosín, y deberán salvar complicadas zonas, donde prácticamente se puede decantar la regata. Gude explicó que en la prueba inicial, la flota tendrá que cubrir una distancia aproximada de 27 millas náuticas, que puede sufrir variaciones en función de los vientos reinantes. En medio, los veleros tendrán que pasar por la isla de Sálvora hasta la primera gran dificultad, como es el paso por los bajos de Corrubedo, donde los patrones tienen que realizar una navegación muy precisa, por tratarse de una de las zonas más difíciles de la costa oeste. Complicaciones No acabarán ahí las exigencias para los marineros, puesto que, más adelante, pondrán a prueba su competencia en los bajos de Basoñas, antes de dirigirse hacia Portosín, donde estará la boya de llegada. Francisco Gude explicó: «Esta prueba requiere dotes de navegación y de regate. Son parajes muy bonitos, pero demandan mucha habilidad. Hay que saber navegar. Hoy por hoy, esta regata es de lo más completo del calendario gallego». El segundo día, la flota tendrá que afrontar dos compromisos cortos, pero no menos exigentes. Son dos clásicas barlovento-sotavento de cuatro y seis millas de distancia. Por si estos detalles fueran pocos para animar a los practicantes de la vela, esta regata suele contar con un valor añadido, que son los correspondientes trofeos. La organización suele recurrir a creaciones de grandes artistas gallegos y en esta ocasión, son esculturas del ourensano Ramón Conde, consistentes en un velero en primer plano y un faro en segundo, todo ello hecho en metal con aspecto oxidado, pero muy llamativo. La sexta edición de la regata Ramiro Carregal Rey, disputada el año pasado en dirección inversa al actual, fue ganada por el Florentino , embarcación patroneada con Javier Puertas, perteneciente al Club Náutico de Portosín. Precisamente, este último dirigía el Carolina III , que se hizo con los primeros puestos también en el 2003 y el 2004. El club sonense ha ganado cinco de las seis pruebas, y la sexta fue para Corsario VI , en el 2001, patroneado por Manuel Castelo, de Vilagarcía.