El museo de San Roque permitirá descubrir la arqueología con juegos

Ana Gerpe ribeira

BARBANZA

S. BALVÍS

Alumnos de la escuela Illa de Sagres confeccionan el 90% de las piezas de la exposición La mayoría de los elementos de la sala son móviles con el fin de variar su fisonomía cada día

31 mar 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

?l futuro museo de San Roque no será igual dos días seguidos porque está pensado para vivir en continua metamorfosis. El 90% de sus piezas, elaboradas por los aprendices de carpintería de la escuela Illa de Sagres, serán móviles. El recinto de exposiciones, que se ubicará en el centro de interpretación construido en el parque, está pensado para que los visitantes aprendan arqueología a través de juegos. Quienes recorran la instalación, que podría abrir sus puertas en mayo, intentarán ganar al tres en raya con dibujos celtas, responderán a preguntas sobre el paleolítico y el megalítico moviendo unos cubos, se atreverán a modificar parte de la fisonomía de un menhir y, por si fuese poco, harán un puzzle con un petroglifo. Desde hace tiempo, en el módulo de carpintería se trabaja a toda máquina porque son muchas las piezas que hay que confeccionar. Nada menos que dieciséis elementos distintos integrarán este interactivo museo. Alguna de las partes móviles tiene hasta 200 fichas con dibujos por ambas caras, lo que significa que los aprendices tienen que tallar a mano sobre madera 400 relieves. Entre las reproducciones figuran todos los yacimientos que los antepasados dejaron en el municipio: dolmen de Axeitos, un petroglifo ahora inexistente que estaba el Olveira y el menhir de Bretal. Cinco secciones La sala de exposiciones, cuyo diseño interior es obra de la empresa D2, se dividirá en cinco secciones: introductoria, megalítica, petroglifos, castreña y resumen. El montaje se articula en torno al nombre A pegada é o reflexo . De entrada, el visitante verá su propia imagen deformada en unos espejos. Se trata de una metáfora de como el legado de los antepasados se manifiesta en cada uno de los habitantes del municipio. En la salida del centro de interpretación, cada persona podrá dejar su propia huella en un menhir junto al cual se colocará cada día pintura de un color. El director de la escuela Illa de Sagres, Santiago Páramo, aseguraba ayer que se trata de un centro de interpretación distinto a cualquiera de los otros que hay en la zona. Precisamente, el alcalde, José Luis Torres, se desplazó a Carreira, la base de operaciones de la escuela taller, para comprobar el trabajo de los chavales e interesarse por su grado de satisfacción con las enseñanzas recibidas.