«Cuando dejé la docencia, al principio nada me llenaba; me faltaba algo»

La Voz

BARBANZA

06 sep 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Tras 50 años de ejercicio docente, a la profesora Maruja todavía le cuesta asimilar su vida fuera de las aulas, un mundo que añora y del que conserva infinidad de recuerdos. -Muy mal. Cuando dejé la docencia, al principio nada me llenaba; me faltaba algo. Lo cierto es que lo pasé muy mal. Caí incluso en una pequeña depresión. Miraba a mis hijos que son, profesores, y me daban un poco de envidia. - Leo mucho la prensa, revistas y libros, y me paso el día haciendo crucigramas para ejercitar la memoria. -¿Cuáles son sus escritores preferidos? -Siempre me ha gustado Miguel Delibes, y de los jóvenes me decanto por Muñoz Molina y Pérez Reverte. La poesía es otra de mis pasiones, sobre todo los clásicos de la literatura gallega como Curros y Rosalía. También paseo mucho con mi marido, que me trata como a una reina. -¿Qué opina de todos los homenajes que le han tributado? -Pues que no me los merezco para nada, y continúan dándome un poco de vergüenza.