Los arqueólogos investigan si Axeitos conserva vestigios de su construcción

Ana Gerpe Varela
Ana Gerpe RIBEIRA

BARBANZA

C. QUEIJEIRO

El monumento megalítico ha recuperado su configuración original con la demolición de los muros de piedra La Diputación inicia los trabajos de puesta en valor del dolmen ribeirense

30 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Con la realización de unas catas de dos por dos metros en el terreno, los arqueólogos intentarán determinar si el túmulo funerario de Axeitos conserva vestigios de la época de su construcción o de las personas que lo utilizaron. Existen indicios, hallados en otros yacimientos similares, que llevan a los profesionales a pensar que puede haber restos desconocidos hasta ahora. Parte del legado del dolmen se ha perdido y se trata de que no vuelva a ocurrir. En la zona que en la actualidad ocupa el aparcamiento había una roca con pinturas de cérvidos, de la Edad de Bronce, que se deshizo en los años 40. Al frente del equipo encargado de rehabilitar el entorno del monumento propiedad de la Diputación de A Coruña está el experto Ángel Concheiro, que fue uno de los redactores del proyecto de adecuación. El primer paso, después de que el organismo provincial adquiriese, hace unos meses, las fincas por las que discurre el túmulo funerario, ha sido la demolición de los muretes que delimitaban las parcelas adyacentes al dolmen. Los cierres se construyeron en la década de los años 70. Vegetación autóctona Con el derribo de las cercas de piedra, el yacimiento ha recuperado su configuración original y puede contemplarse por primera vez en toda su magnitud, según manifestó el arqueólogo Ángel Concheiro. Ahora, la empresa Proinsa se encargará de la construcción de un cierre que englobe a la totalidad de la cámara de enterramiento que discurre bajo tierra. Además, el proyecto de puesta en valor prevé recuperar la vegetación autóctona de la zona para que los visitantes tengan una idea lo más aproximada posible del ambiente megalítico, según explicó Ángel Concheiro. De esta forma, se talarán pinos y eucaliptos y se conservarán sobreiras y carballos. En cuanto a las visitas al dolmen, el técnico Ángel Concheiro indicó que se construirá un parque infantil en el acceso al monumento para que los chavales puedan jugar mientras los mayores visitan el lugar. El objetivo, según Concheiro, es que la estancia en el yacimiento no dure los diez minutos de rigor, sino que quienes acudan al lugar reciban amplia información sobre lo que significa el túmulo, sus características y la importancia histórica de legado.