Los militares aglutinan la mayor parte del esfuerzo en las playas petroleadas

La Voz

BARBANZA

08 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

?asadas las vacaciones de Navidad, la presencia de voluntarios foráneos en las playas de Ribeira y Porto do Son se ha convertido en algo poco menos que simbólico. En consecuencia, las tareas de recogida de chapapote está siendo llevada a cabo fundamentalmente por miembros del cuerpo castrense. En la actualidad, unos mil militares descansan en distintas instalaciones habilitadas al efecto en la península barbanzana. En concreto, se reparten por los municipios de Ribeira -pabellón de Sirves-, Boiro -polideportivo de Barraña-, Porto do Son -EVA 10 e instalación de Cáritas- y Noia -instituto Campo de San Alberto y pabellón Alonso Rodríguez-.No obstante, dado que los arenales de esa zona están en bastante buen estado si se les compara con los de Carnota, la mayor parte de los soldados se desplazan hacia el norte. De hecho, ayer tan sólo trabajaron allí 135 militares, todos pertenecientes a la base militar de Córdoba. Éstos se repartieron a partes iguales por las playas de Castro, Penisqueira y Couso, en la parroquia ribeirense de Aguiño; y mañana tienen previsto recoger chapapote en la zona rocosa de difícil acceso enclavada entre el faro de Corrubedo y el arenal de O Prado.En cuanto al número de voluntarios civiles, apenas alcanzaron los cincuenta los que trabajaron en la costa aguiñesa, en tanto que en O Son no llegaron a veinte -estos últimos se afanaron en As Furnas y Basoñas-.La playa corrubedana de A Ladeira, por su parte, registró la presencia de más de cien personas que forman parte de la cuarta tanda de la marea de voluntarios organizada por la Comunidad de Madrid.Una jornada más, no fue posible limpiar en las islas de Sálvora y Vionta debido al mal tiempo. Según informa Andrés Monteagudo, patrón mayor de Aguiño, ya van más de quince días desde la última vez que los cooperadores acudieron a las mismas.Por último, el Concello de Ribeira recibió de manos del madrileño Manuel Ángel Rabadán la donación del rodillo inventado por éste para limpiar de hidrocarburo la superficie de las playas. Autoridades municipales explican que se acogió con satisfacción la eficacia de dicho artilugio, que fue probado en los arenales de Aguiño arrastrado por un tractor.Rabadán también diseñó otro aparato similar que funciona en el agua que necesita ligeros retoques. Su creador lo traerá mañana, ya perfeccionado, para donarlo al Concello.