Estudiantes del colegio de A Picota reproducen conocidos cuadros de pintores del siglo pasado

X.R. ALVITE MAZARICOS. CORRESPONSAL

BARBANZA

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Los jóvenes de cuarto de ESO han realizado imitaciones de lienzos de Picasso, Monet y Van Gogh El colegio mazaricano de A Picota se ha convertido en una inesperada pinacoteca gracias al trabajo desarrollado por los alumnos de cuarto de ESO, que durante los últimos meses han realizado, en la asignatura de Educación Plástica y Visual, reproducciones de conocidos cuadros de pintores del siglo XX. En la lista de artistas emulados están Picasso, Van Gogh o Andy Warhol. La iniciativa partió del profesor Álvaro de la Vega, un prestigioso escultor que ha exhibido su obra en galerías de Madrid y Vigo y cuyas creaciones pueden contemplarse en los museos de Bellas Artes de A Coruña y D¿Art Contemporani de Barcelona.

01 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

El profesor Álvaro de la Vega pretendía familiarizar a sus alumnos mazaricanos con las diferentes técnicas gráficas, con el color y con su empleo, así como aproximarlos al arte del siglo XX y a sus orígenes. De la Vega asegura que la elaboración y posterior confección de las obras refuerza la autoestima de los escolares, al tiempo que los afianza en el conocimiento de sus posibilidades. «Ás veces sorpréndense a sí mesmos do que son capaces de facer», dice. Metidos de lleno entre óleos, lienzos y paletas, los chavales se aplicaron al noble arte de reproducir a los grandes maestros de la pintura. A hombres que crearon escuela, como Picasso, con sus obras cubistas; o Andy Warhol, con sus interminables series de artistas multicolores. Los estudiantes han demostrado una gran habilidad en la reproducción de trabajos, y la contemplación de las obras ha dejado asombrada a la comunidad educativa. Además, han puesto de manifiesto que se atrevían con todo, ya que en su colección figuran piezas de Degas, Monet, Gauguin y el mismísimo Van Gogh. Incluso, han copiado algunos detalles de la capilla Sixtina. Los jóvenes artistas del colegio de A Picota no han escatimado esfuerzos. De paso, han descubierto el arte y a sus artífices, y han puesto a prueba su capacidad para imitar a los más grandes. Su recompensa: la admiración de todos y la demostración de que son capaces de llegar allí donde se propongan. Los chavales están dispuestos ahora a afrontar nuevos retos en el mundo de la pintura o de la escultura.