Los investigadores carecen de pistas sobre cinco desapariciones vinculadas a la zona

M. J. MIYARES RIBEIRA

BARBANZA

Cuatro de las personas cuyo paradero se desconoce son de Barbanza y el rastro de la quinta se perdió en Corrubedo La desaparición de cinco personas vinculadas al área barbanzana continúa siendo un misterio tanto para sus familias como para los investigadores. Con historias diferentes y trayectorias distintas a sus espaldas, todas tienen en común una característica: un buen día se perdió su rastro y nada se volvió a saber de ellas. Son misterios a los que todavía nadie, ni siquiera los encargados de seguir sus casos, han logrado dar respuesta. La compostelana María José Arcos, la noiesa Isabel Pedrosa Dosil, el pobrense José Antonio Creo y los ribeirenses Fernando Reiriz y su amigo Luis continúan sin dar señales de vida.

16 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

«No hay ninguna pista nueva». Esta es la frase que más repiten los investigadores de los casos de las cinco personas vinculadas al área barbanzana cuyo paradero se desconoce. La incertidumbre en la que viven cada día sus familias es una losa difícil de soportar y las fuerzas flaquean. «Al no hallarla durante los primeros días, cuando buscamos intensamente en los alrededores de los sitios a los que solía acudir, perdimos casi cualquier esperanza de encontrarla con vida», dice la noiesa Elisa Dosil, prima de Isabel Pedrosa, la última de estas cinco personas en desaparecer, en diciembre del año pasado. Añade: «La policía nos dice que tengamos paciencia y que esperemos a que la gente salga más al monte, por el buen tiempo, pero ella no solía ir sola al campo». Diez meses antes de que Isabel Pedrosa no volviera a dar señales de vida, también se le perdió el rastro a José Antonio Creo Fernández, quien salió de su casa para hacer unas gestiones inmobiliarias en la vecina localidad de Catoira y ni su familia, ni la Policía Judicial de Noia, encargada del caso, volvieron a saber nada más de él. Muy conocido Pero fue, sin duda, el caso de la compostelana María José Arcos el que más páginas de periódicos llenó y el que más difusión tuvo en los medios de comunicación. Seis años y medio después de que apareciese su coche estacionado en las proximidades del faro de Corrubedo, todos los indicios acerca de su posible paradero se pierden precisamente en este lugar ribeirense. Del municipio de Ribeira son, asimismo, los dos jóvenes del área barbanzana que llevan desaparecidos más años en extrañas circunstancias. Fernando Reiriz y un amigo llamado Luis partieron de Santa Uxía en diciembre del 92 para embarcarse en Algeciras. También se encontró su coche, pero sólo eso. Nunca más se volvió a saber de ellos. Ni una llamada, ni una noticia.