Muebles de cartón, una mano de pintura y mucho arte para vender o alquilar mejor la casa

Bea Costa
Bea Costa VILANOVA

VILANOVA DE AROUSA

El bum de la vivienda vacacional favorece el negocio del «home staging», que llega también a Vilanova

29 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Este reportaje va de home staging de modo que, antes de nada, conviene aclarar el concepto. Es una técnica de márketing inmobiliario que consiste en preparar y revalorizar un inmueble que se desea vender o alquilar. Es más que decoración. Es convertir un rancio salón de los años setenta en un espacio luminoso y confortable y dar su mejor versión a través de la «fotografía emocional».

La explicación parte de Susana Abal, una de las pocas home stager que trabajan en Galicia y que se ha lanzado a este novedoso mercado desde su Vilanova natal. Lo descubrió hace unos cuatro años «por casualidad» y se dio cuenta de que eso era lo que realmente le gustaba hacer y lo que, de hecho, ya estaba haciendo de forma autodidacta para sus amigos: poner bonitas las casas para venderlas y para vivirlas.

Susana es capaz de convertir una cocina de terrazo con los azulejos y muebles destartalados en un espacio de catálogo, funcional y luminoso. Y todo ello sin tirar tabiques ni demasiada inversión. Ni siquiera tiene que cambiar los muebles. Pinta los tiradores, tapa agujeros con un poco de pasta, repara el alicatado, coloca un mantel, unas plantas y una lámpara nueva y la cocina se convierte en otra.

Antes y después de una de las cocinas en las que intervino Susana Abal
Antes y después de una de las cocinas en las que intervino Susana Abal

Siempre que es posible, recupera algún mueble antiguo, pero lo más práctico es partir de cero —concepto que da nombre a su empresa, Desde Cero Home Staging— para vestir la casa como se quiere que sea o como podría llegar a ser. Un recurso muy utilizado en la home staging son los muebles de cartón: lavadoras, neveras, sofás y bases de cama de pega que se utilizan para recrear una atmósfera concreta a la hora de hacer las fotos que después circularán por internet. Es un método muy útil por economía y por logística, especialmente cuando se trata de vender una casa de segunda mano: «Solo el 10 % de las personas tienen capacidad para ver espacios. Tienes que mostrarles como les pueda quedar la vivienda para que, después, decidan como la quieren. Con nosotros no tienen que imaginarlo, ya lo ven hecho», explica Susana Abal. Tanto es así que no falta quien acaba preguntándole si lo que se le está mostrando es de verdad.

El gasto de preparar una casa con técnicas home staging representa entre el 1 % y el 2 % del precio del mercado del inmueble —sin contar la pintura, que en muchas ocasiones va por cuenta del cliente— y esta inversión sale a cuenta, afirma Susana Abal, porque compensa la devaluación que sufren los inmuebles tras pasar meses y meses en los portales inmobiliarios con fotos del abuelo sentado en el sofá como tarjeta de presentación. Esto lo ha visto Susana y, así, dice, es muy difícil encontrar un comprador. Hay que hacer el producto atractivo, que entre por los ojos, y por la nariz. Sí, el olfato también es muy importante porque si al pasar el vestíbulo huele a cerrado o a tubería de poco servirá lo que muestre una bonita foto.

Lo que se busca es que al abrir la puerta «la gente se quede con la boca abierta» de modo que el cliente se lleve una buena opinión y actúe, al menos, como prescriptor. El boca a boca funciona, sostiene la empresaria, frente a las reticencia que detecta en las agencias inmobiliarias a la hora de contratar sus servicios, que siguen utilizando herramientas del siglo pasado, opina.

El bum de la vivienda vacacional en las Rías Baixas, y en O Salnés en particular, se ha convertido en el mejor aliado para su negocio. Cada vez hay más oferta, la competencia es grande y la diferenciación es clave. «La gente no solo quiere cuatro paredes, quiere un hogar», y recrear escenas como un plácido desayuno o una tarde de relax en el jardín puede ser determinante a la hora de conseguir el deseado clic.

«Según las últimas estadísticas de la AHSE, en el 51 % de los casos, las viviendas trabajadas con esta técnica se han vendido en menos de 30 días e incluso en el 64 % en menos de 40. En cuanto colgamos las fotos el teléfono no para de sonar para concertar visitas, se quedan alucinados cuando ven los anuncios. En el caso de los vacacionales se completan fechas rápidamente y a precio más alto por noche», señala Susana Abal, una de las pocas home stager que trabajan desde Galicia.