El juez de Cangas los acusa de un delito contra la salud pública, contrabando y pertenencia a organización criminal
17 jun 2022 . Actualizado a las 20:14 h.
Los dos individuos que el miércoles fueron detenidos al hilo de los registros que el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil en Pontevedra practicó en Vilanova y A Illa de Arousa dormirán esta noche en A Lama. El magistrado titular del juzgado número 3 de Cangas, que instruye este proceso, decidió esta mañana el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de ambos, en condición de investigados por tres delitos. Uno de ellos, el de contrabando, era previsible desde que trascendió que la operación de esta semana está relacionada con la narcolancha que fue interceptada en febrero en el puerto de San Adrián de Cobres, en Vilaboa, cuando estaba a punto de ser botada. Esta es la imputación derivada de la posesión de una lancha neumática o semirrígida con una eslora superior a los ocho metros o capacidad para desarrollar velocidades superiores a los cien kilómetros por hora.
Aunque en ninguna de las dos intervenciones se halló un gramo de cocaína u otra sustancia psicotrópica, el juez parece haber encontrado indicios suficientes de que el telón de fondo de este asunto es el movimiento de drogas. Una vinculación que también facilita el real decreto del 2018 que ilegalizó esta clase de aparatos, que, salvo contadas excepciones que deben figurar en un registro específico, raramente se utilizan para otra cosa. De ahí que a la primera acusación por contrabando se sume un delito contra la salud pública y un tercero por pertenencia a organización criminal.