Una mansión de los Charlines en Cálago se convierte en alojamiento turístico

b. c. VILANOVA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

MARTINA MISER

La casa, situada en Vilanova, fue embargada por Garzón en 1995 y devuelta después a una hija del patriarca

18 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Chalé con piscina en el campo y cerca de playas. Así se presenta en la plataforma de alojamientos turísticos Airbnb una de las mansiones de la familia más famosa del narcotráfico gallego, los Charlines. La vivienda está en Cálago, Vilanova, y en 1995 fue embargada por el juez Baltasar Garzón, tras una espectacular operación policial, para cubrir la deuda que la familia mantenía con Hacienda. La casa formaba parte de un lote valorado en veinte millones de euros en el que se incluían, entre otros inmuebles, el pazo de Vista Real. Pero mientras que el hermano pequeño del Pazo Baión fue a subasto y adquirido por el Concello de Vilanova -como subastados fueron también pisos, garajes, bateas y un barco-, el chalé de Cálago acabó volviendo a manos de la familia. Su propietaria, Teresa Charlín, una de las hijas de Manuel Charlín, quedó absuelta de todos los cargos que le habían imputado y el Estado tuvo que devolvérselo.

Solo en Internet

Años después, aquella lujosa casa que acaparó páginas de periódico se abre al público como alojamiento turístico. Lo hace discretamente, a través de Internet, sin cartelería en la puerta y sin anuncios publicitarios, con el fin de pasar lo más desapercibido posible en el pueblo, donde a nadie se le escapa que esta vivienda tiene mucha historia detrás, incluido un sospechoso incendio en sus inmediaciones. Pero, para quienes buscan en la red una casa de lujo en Vilanova o alrededores estos detalles pasan inadvertidos.

Tiene piscina, siete dormitorios, está a 500 metros de la playa y cuesta 160 euros el día A través del portal Airbnb, la mansión presenta su mejor cara y, por supuesto, sin alusión alguna a su relación con los Charlines. Es imposible pasarla por alto entre la amplia oferta de alojamientos que la plataforma ofrece en Vilanova de Arousa. No es Miami Beach, pero seguro que muchos de los clics que recibe este anuncio obedecen a la aureola de lujo que rezuman las fotografías: una suntuosa entrada de piedra y un largo pasillo flanqueado por jardines da paso a una casa de dos plantas, con su correspondiente porche, rodeada de árboles y con piscina. Dentro esperan un recibidor con lámpara de cristal y piezas de cerámica y una escalera que da paso a los dormitorios, siete, con capacidad para dieciséis camas. La casa cuenta con una amplia cocina, salones y cuatro cuartos de baño, donde no faltan detalles para sibaritas como la chimenea y el jacuzzi.

Nada de prensa

Teresa, la casera, teme que las referencias a su familia perjudiquen el negocio La vivienda se puede contratar la semana próxima por 160 euros la noche, más gastos de limpieza, aunque la disponibilidad se complica cuando se buscan en el calendarios fechas de fin de semana y próximas al verano. La oferta se completa con una galería de fotos paisajísticas de Vilanova y referencias al escritor Valle-Inclán -nacido en el municipio-, al marisco y al albariño, que actúan como reclamos para atraer a los huéspedes. Y a tenor de los comentarios que figuran en la plataforma digital, quienes contrataron este servicio se quedaron encantados. Marcos habla de una casa y un entorno inmejorables; Ana de un increíble alojamiento turístico; Javi dice «todo genial» y se hacen varias alusiones a la amabilidad de la casera, Teresa Charlín.

Posiblemente la misma amabilidad con que atendió a este diario cuando contactó con ella por teléfono. Pero Teresa no quiere tener relación con periodistas. Dice que la prensa ha tratado mal a su familia y evita las cámaras, esas cámaras que tanto han puesto el foco en la saga Charlín, especialmente a raíz de la exitosa serie Fariña.

Argumenta la hija del patriarca que ella y su casa están libres de cargas con Hacienda y la Justicia y que, por tanto, está en su derecho de obtener un rendimiento económico de ella. Y teme que artículos como este puedan perjudicar el negocio. Quizá el efecto sea el contrario.