Catastro descubrió cerca de 300 piscinas irregulares en Arousa

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

cedida

Solo en Vilagarcía había 134 propietarios que no declaraban estas construcciones. Más de la mitad de los inmuebles regularizados habían sido ampliados

17 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las inspecciones del Catastro hicieron aflorar en Arousa un sinfín de inmuebles que o no estaba dados de alta o no incluían las reformas que se habían ejecutado en los últimos años. Por ejemplo, fueron muchos los que construyeron su vivienda y, años después, le añadieron una piscina para refrescarse durante las cálidas tardes del verano. Lo normal es que la casa sí figurara en los datos que tenía la Administración, pero no así la construcción anexa. De hecho, según los datos facilitados por Catastro, entre el 2015 y el 2018 se detectaron en los once municipios que forman la comarca arousana un total de 290 piscinas irregulares. La mayoría de ellas, casi la mitad, estaban ubicadas en el término municipal de Vilagarcía.

El Catastro ha realizado sucesivas inspecciones en los últimos años en Arousa. En algunos municipios, los últimos datos son muy recientes, de diciembre del pasado año. Es el caso de Cambados, Meaño, Valga, Vilagarcía y Vilanova, donde los técnicos terminaron su trabajo en diciembre del 2018. En total, esta intensa campaña de vigilancia ha permitido regularizar más de once mil inmuebles de todo tipo en la comarca, la mayoría de ellos, ubicados en suelo urbano. Entre ellas figuran las piscinas. Cerca de 300 propietarios no habían declarado este tipo de construcciones, por las que también hay que pagar impuestos.

Por municipios, fue en Vilagarcía y en O Grove donde más piscinas irregulares encontraron los inspectores. En tierras mecas, el 5,5 % de los inmuebles regularizados eran de este tipo. Una porcentaje muy similar al detectado en la capital arousana. Esto significa que los vilagarcianos escondían un total de 134 construcciones de este tipo, mientras que los mecos no declaraban otras 46. Llaman también la atención las cifras de Meis. En esta localidad había 26 propietarios que no declaraban por sus piscinas, una cantidad muy superior a la de otros municipios mucho más poblados como Cambados o Vilanova. De hecho, en estos dos concellos la cantidad de construcciones de este tipo que detectó el Catastro apenas supera la veintena. En Ribadumia, las inspecciones permitieron detectar trece piscinas ilegales, otras once fueron encontradas en Catoira y cerca de diez más en Meaño. En Valga, en cambio, no había ninguna y en otras localidades como A Illa y Pontecesures solo se detectaron dos de estas dotaciones que estaban sin declarar.

Más de la mitad de los inmuebles regularizados habían sido ampliados

Las últimas inspecciones permitieron regularizar en Arousa un total de 11.436 inmuebles de todo tipo, la mayoría de ellos, ubicado en suelo urbano. A estas características respondían 9.978 de las construcciones detectadas en la comarca, mientras que solo 1.438 eran rústicas. En más de la mitad de los casos, los propietarios de estas construcciones se habían olvidado de declarar las ampliaciones o rehabilitaciones que habían acometido en los últimos años. Un tercio de ellas, en cambio, eran nuevas construcciones que nunca se habían dado de alta en el Catastro.

En Vilagarcía, por ejemplo, de los 2.430 inmuebles sin declarar detectados, 1.664 se correspondían con obras de ampliación de las que nunca se había informado al Catastro. En Valga se encontraron otras 740 construcciones de este tipo, cantidad muy similar a la de Ribadumia, Cambados y Meaño, donde había 690, 696 y 647 respectivamente. En Catoira, en cambio, las cifras están más igualadas. Catastro regularizó 131 ampliaciones y 164 inmuebles de nueva construcción. Y en Vilanova y O Grove, por su parte, se da una situación completamente contraria. En estas dos localidades, son las viviendas nuevas las que protagonizan buena parte de las regularizaciones. En tierras mecas, por ejemplo, las inspecciones hicieron aflorar 850 inmuebles, de los 450 eran nuevos y otros 209 ampliaciones y reformas. Y en el Concello vilanovés, donde hubo 2.071 regularizaciones, 1.321 eran construcciones recientes y solo 332 se correspondían con rehabilitaciones de inmuebles que ya estaba dados de alta con anterioridad.