La vecina denunciada por poner macetas acredita con sentencia firme que es la dueña de la finca

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILANOVA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

MARTINA MISER

Tenía permiso de Patrimonio para colocar bolardos, pero el Concello no autorizó esta medida

15 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los propietarios de la casa de San Miguel que fueron denunciados por el Concello de Vilanova por cerrar un espacio mediante unos grandes maceteros, quisieron ayer dar su versión de todo lo que está sucediendo en esta parroquia. Lamentan mucho la polémica en la que se ven envueltos y aseguran que su única intención es la de garantizar el acceso a su vivienda. Algo que no siempre pueden hacer, pues es frecuente encontrarse con vehículos aparcados en ese espacio. Aseguran que este terrenos siempre fue de su propiedad y cuentan, para demostrarlo, con una sentencia firme de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Explican que en su ánimo no está enfrentarse a nadie y recuerdan, además, que han colaborado en numerosas ocasiones con los vecinos y con las fiestas.

«El terreno que se cita es de mi legítima propiedad, lo fue desde hace más de doscientos años y, si existiese alguna duda, así lo atestigua la sentencia de la Audiencia de Pontevedra», argumenta. En ese documento, el juez deja claro que «la finca es de la exclusiva propiedad de la demandante sin que el Ayuntamiento demandado tenga derecho alguno sobre la misma». Es más, establece que el Concello «debe respetar la propiedad de la demandante y abstenerse de ejercitar cualquier acción tendente a inquietar, negar o de cualquier manera menoscabar el pleno dominio».

La vecina denunciada también explica que tenía permiso de Patrimonio para cerrar el terreno en cuestión con bolardos. Pero el Concello le denegó autorización para esas obras, por lo que ha vuelto a recurrir al juzgado. En cuanto a los maceteros, explica que se han colocado en una finca de su propiedad, que son un motivo ornamental y que «no transgreden ordenanza alguna».