Polémica en San Miguel por el cierre de un terreno con macetas

m. a. VILANOVA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

MARTINA MISER

Una sentencia dice que es propiedad privada, pero los vecinos alegan que siempre fue pública

14 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La decisión de una vecina de Vilanova, de cerrar un espacio en las inmediaciones del campo de la fiesta de San Miguel, ha despertado el enfado del resto de residentes de la zona, que alegan que ese espacio siempre fue público. En el conflicto ha mediado el Concello, que ha ordenado la retirada de las macetas que acotan el terreno, pues estas han sido colocadas sin permiso municipal. Explica el alcalde, Gonzalo Durán, que los vecinos le han pedido que tome medidas y que el Concello peleará por reivindicar la titularidad de la parcela.

En el Concello de Vilanova existen documento que acreditan que la disputa por este terreno viene de largo. «Fue un problema que trataron en el pleno en el año 1884», aseguró el regidor. Insiste en que, según el catastro del año 56, ese terreno era público. Sin embargo, la titular de la vivienda que se encuentra en las inmediaciones cuenta con una sentencia que acredita que la parcela en disputa es de su titularidad. El Concello ha recurrido ya esta decisión judicial y, mientras esta no llega, ha decidido tomar medidas para respaldar las reivindicaciones de los vecinos.

Estos fueron a protestar al Concello. «Nunca reclamaron nada e agora din que é seu», se quejaba ayer una residente de la zona. Recuerda que en ese espacio aparcan los vecinos sus coches y coloca la comisión de fiestas el palco para las celebraciones. «A semana pasada puxo as macetas aí pero iso é libre, a zona non é dela, toda a vida foi pública», insiste otro de los vecinos. Sostiene que, actualmente, la polémica está en manos del Concello y del juzgado y confía en que estas dos entidades den la razón a los residentes, que llevan toda la vida utilizando ese espacio como si fuera una zona pública.

Por ahora, el gobierno local sí que ha decidido tomar medidas en el asunto. Durán sostiene que la denunciada solicitó, primero, permiso para colocar unos pivotes que permitieran cerrar ese espacio. La autorización le fue denegada. La semana pasada optó, entonces, por colocar unos grandes maceteros a modo de cierre. Y eso despertó todavía más la indignación de los vecinos, que denunciaron la situación en las oficinas municipales. Tras mantener varias reuniones con ellos, el regidor decidió ordenar la retirada de los polémicos maceteros. Concedió, para ello, un plazo de 24 horas. Si la propietaria de estos recipientes no los saca de ahí, será el Concello el que los retire, cargándole los gastos a su dueña. «Nos parece inadmisible que se llegue a esos extremos de incumplir la ley, porque no tiene licencia para colocar eso», concluyó el regidor.