Víctor Abal: «Levo as maletas e rescato aos pelegríns que non poden máis»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

MARTINA MISER

21 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Víctor Abal es taxista. Hace un tiempo recibió una llamada de unos peregrinos que querían que se encargarse de trasladarle las maletas desde Armenteira hasta Vilanova. Luego, otra llamada parecida. Y otra. Y Víctor, al que no le falta la iniciativa empresarial, pensó que estaba ante un nuevo nicho de mercado que valía la pena explorar. A ello se puso. A estas alturas, los folletos que lo presentan como una suerte de conductor de apoyo-asesor para peregrinos están en los albergues de toda la ruta, en las agencias que venden este producto turístico -porque también lo es- y en las redes sociales. «Estou probando e, a verdade, as cousas van ben», dice. ¿Por qué no iba a ser así? «Este tipo de servizos funcionan noutros camiños, e non hai motivo para que aquí non o faga», relata. «Aquí» es el tramo del Camino que discurre entre Pontevedra y Padrón. Una ruta que, a fuerza de recorrerla, ya conoce como la palma de su mano. Además de liberar a los peregrinos del peso de sus mochilas, Víctor se presenta también, con un asomo de humor, como «rescatador» de peregrinos en cualquier punto de la ruta. Hace unos días recogió a tres amigas que bajaban desde Armenteira hacia Vilanova. «Unha delas danara un xeonllo. A etapa anterior, de Poio a Armenteira, é moi dura, e ao día seguinte non puido seguir camiño». Así que llamaron a Víctor. «Outras veces é simplemente xente que xa non pode máis», relata.

Nuestro taxista está encantado con este nuevo filón de negocio. Al fin y al cabo, le permite estar en contacto con un montón de gente llegada de un montón de países distintos. «Veñen de todos lados. Estados Unidos, Canadá, ingleses, franceses, chineses...». Agradece el taxista la existencia de Google. «Agora, co tradutor do teléfono é moi fácil entenderse. Se non fora por el non sei como iría a cousa», bromea.