Los locos bajitos del juego limpio

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

mónica irago

Los equipos benjamines de la EFB Vilanova y el San Miguel de Deiro se niegan a humillar a sus rivales. Mañana se enfrentan tras hacer del límite de goles marcados a sus adversarios su bandera

04 nov 2016 . Actualizado a las 22:20 h.

En sus filas no hallarán a ningún Cristiano Ronaldo. A ello se aplican los entrenadores de los equipos benjamines de la Escola de Fútbol Base Vilanova, Javier Patiño, y el San Miguel de Deiro, Diego Fernández, con sus respectivos pupilos que mañana, en el campo de O Terrón, se enfrentarán en partido de Liga del Grupo 65 de la Segunda División de su categoría. Porque si a algo se entregan ambos técnicos es a conseguir que sus chavales destierren cualquier imagen antideportiva como la que a veces prodiga el astro merengue y demasiados futbolistas profesionales en sus actitudes o gestos. Incluso en una simple celebración desmesurada de un gol tras la que, quizá tristemente sin entenderlo el propio protagonista, se esconde una muestra de humillación al rival.

Con la entera complicidad de sus jóvenes jugadores de 9 años, y de los padres de los chicos, Patiño y Fernández han fijado el respeto al adversario como primer principio de su juego, o lo que es lo mismo, del fruto de su trabajo semanal. Obligándose a un ejercicio de contención imposible de concebir para quien enfoca el fútbol como un acto de dominación y no como lo que nunca debe dejar de ser, un deporte con los valores que lleva parejos. Y es que mientras otros se envalentonan en la misma situación, los benjamines de la EFB Vilanova y San Miguel han abrazado el frenar en seco ante la portería rival cuando el marcador empieza a desbocarse a su favor en forma de goleadas grotescas tiempo ha convertidas en algo común en las categorías más jóvenes del fútbol federado.

Ocho años lleva Javier Patiño de entrenador de fútbol base, pero nunca hasta ahora en una categoría con jugadores tan jóvenes. «Son fanático do fútbol, miro os resultados do Fútbol-8 -prebenjamines, benjamines y alevines-, e vexo marcadores de 23-0, de 18-0. Paréceme moi cruel. Póñome na pel do adestrador, e que lles pode dicir a eses nenos que reciben as goleadas para seguir motivándoos». Su forma de rebelarse fue tan sencilla como exitosa. «Nun adestramento comenteilles aos rapaces que nunca iamos marcar máis de oito goles, porque a eles non lles gustaría que llelo fixesen». Y tras el primer o.k, «propúxeno nunha xuntanza de pais. Algún dicía que podía parecer máis humillante a solución que propoñía, que a partir dos oito goles buscaramos dar dez toques seguidos para poder encarar de novo a portería; pero á maioría parecíalle lóxico. A ningún pai lle gustaría que lle marcasen nin 20 nin 10 goles aos seus fillos, e nestas categorías hai equipos moi superiores en corpo, e outros na técnica», comenta Patiño.

Cinco años encadena Diego Fernández con sus chavales. Los cuatro anteriores en el Pontearnelas, del que se cambiaron en bloque al no estar sus padres de acuerdo con que el club separase en distintos equipos a su hijos. «O primeiro ano foi levar tunda tras tunda. A partir de aí fumos sempre superiores ao resto», pero la lección estaba aprendida. «Vivín a cara e a cruz do fútbol, e como se pasa nunhas e noutras, e non me gusta xogar coa ilusión dos nenos», dice el técnico.

Fernández entiende que en categorías como benjamín «o primeiro é inculcar o respecto ao contrario». De ahí que «nunca podemos pasar dos dez goles». ¿Y qué dijeron los padres? «Entendérono». Hasta el punto de que «foron os primeiros que ao ver a nosa superioridade ao inicio da tempada, dixeron que había que enfocar os partidos doutra maneira». Y aunque parezca difícil creerlo, hay muchas «formas para que os rapaces manteñan a motivación os 50 minutos». Desde «dar X toques para poder avanzar», explica Diego, a que «ese día só marque un xogador ou só se faga de cabeza».

Los dos entrenadores coinciden en que debería ser obligatorio

«Creo que debería saír unha normativa que fixe non máis de X goles por equipo no Fútbol-8. Pero creo que nunca chegará a tal». Y el entrenador de la EFB Vilanova, Javier Patiño, lo cree imposible «porque hay xente que di que o que é unha falta de respecto é estar a dar toques». Patiño ve con envidia la reciente medida adoptada por el grueso de los clubes de la Delegación Coruñesa de la Federación, al acordar precisamente ese tope. «No Fútbol-8 habería que dedicarse a formar, non como algúns, que saen a masacrar o rival». Diego Fernández, técnico del líder de la Liga, también opina que el tope debería ser obligatorio. Pero «para iso a Federación debería modificar certos conceptos, como o «goal average», que sin ir más lejos está perjudicando el fair-play de la EFB frente a un Caldas segundo que no se pone límites.