Las recientes lluvias seguirán hasta la víspera de la Navidad
16 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En torno a los 650 litros por metro cuadrado. Esa es la media de las precipitaciones que se suelen acumular en la comarca entre los meses de octubre y diciembre; es decir, en otoño. Sin embargo, este año en esos tres meses solo se acumularon 259 litros en la estación de Corón, en Vilanova, lo que da una idea de las escasa lluvias que se registraron. En el otoño más seco de los últimos años en la comarca, solo llovió de forma moderada 18 días; hubo algún otro en el que cayeron un par de gotas, y ninguno con precipitaciones fuertes. De hecho, el más lluvioso fue el 5 de noviembre, y no se recogieron más que 29,8 litros por metro cuadrado, tal y como figura en los balances de MeteoGalicia.
Esa falta de lluvia fue lo que dio lugar a fenómenos nada habituales, como el adelanto de la floración de las camelias, lo mala que fue la temporada para la micología o el hecho de que las fuentes públicas, aunque llevan agua, echen por sus caños mucha menos cantidad que cualquier otro año por estas fechas. Desde luego, ninguna a borbotones.
No obstante, casi coincidiendo con el cambio de estación, llegaron las lluvias. El invierno empieza dentro de una semana, y como anunciándolo, las precipitaciones volvieron para dejar 10,2 litros por metro cuadrado el domingo y 18,4 litros el lunes, aunque ayer fueron bastante más intensas. Las lluvias se acompañarán en la costa de fuertes vientos y oleaje, por lo que se decretó la alerta amarilla para los próximos días.
Las fiestas, una incógnita
La incógnita es saber si también lloverá o no para las fiestas. Es muy pronto para saberlo, pero desde luego los días previos sí se prevé que lo haga. Tras un paréntesis a mitad de semana, está previsto que llueva tanto el sábado como el domingo. Y aunque ya son probabilidades, MeteoGalicia dice que es posible que las lluvias se alarguen al menos hasta el miércoles; o sea, la víspera de Nochebuena. Para saber lo que ocurrirá luego hay que esperar unos días a que las predicciones sean más fiables.
E todo caso, cuando empiece el invierno empezarán a crecer los días, lo que lleva a los más optimistas a ver ya la próxima primavera en lontananza, con la sensación de no haber tenido que sufrir este año las inclemencias del tiempo. Por lo contrario, quien se deja arrastrar habitualmente por el pesimismo cree que este otoño tan primaveral pasará factura y que las ciclogénesis explosivas se sucederán en el 2016.
De momento, lo más objetivo es mirar el termómetro; y ayer marcaba 18 grados de máxima.