Thune Eureka, cincuenta años de pasión e industria en la ría de Arousa
VILAGARCÍA DE AROUSA
La factoría ubicada en Bamio reunió ayer en sus instalaciones a trabajadores, antiguos empleados e históricos directivos noruegos
02 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Pocas actividades son capaces de generar el mismo grado de riqueza y bienestar que proporciona la industria. No es extraño, por lo tanto, que los casos de éxito que se prolongan en el tiempo sean motivo de celebración en la comunidad que los acoge. Ayer, una de las enseñas de la industria en la ría de Arousa conmemoró su cincuenta aniversario con un encuentro que, al margen de lo puramente protocolario, tuvo mucho de emotivo. Bajo una carpa, en las instalaciones que ocupa y ha ido ampliando desde 1973, su presidente, Manuel García, reunió a trabajadores, antiguos empleados, directivos, accionistas y compañeros del mundo de la empresa para aplaudir juntos el medio siglo de Thune Eureka.
Tras la proyección de un vídeo que condensa la ya larga historia de la compañía, especializada en la fabricación de bienes de equipo, el máximo responsable de Thune Eureka tomó la palabra. A su lado, Carmen Sanz, la presidenta de la Cámara de Comercio Hispano Noruega; el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela; la conselleira de Economía, Industria e Innovación, María Jesús Lorenzana, y dos de los directores históricos de la factoría, en el tiempo en que permaneció bajo el paraguas de la multinacional noruega Kvaerner: Svein Hjartholm y Erling Eriksen.
Hace veinte años, García y 16 de los 45 trabajadores que continuaban en nómina consiguieron rescatar las acciones de la firma radicada en Bamio del entramado societario en el que se hallaba enmarañada, vinculada a la compañía vasca Mecánica de la Peña. «Las empresas se compran con dinero y con deudas», subrayó el presidente, que en este caso alcanzaron los 1,32 millones de euros. Fue entonces cuando Thune Eureka se convirtió en una sociedad gallega al cien por ciento. Manuel García no desaprovechó la presencia de dos políticos en la cabecera del acto —tanto la conselleira como el alcalde destacaron el ejemplo que su trabajo representa dentro del tejido industrial de la capital arousana y del conjunto de la comunidad— para solicitar algo de su parte: «Que cuando legislen con carácter general lo hagan pensando en la industria, y que legislen poco y bien».
García subrayó como la firma arousana ha ido por delante en muchas cuestiones que hoy se asumen como valores básicos en cualquier ámbito de actividad. «La conciliación familiar y la igualdad, algo muy importante, antes de que las leyes se ocupasen de ellas». O la economía circular y el respeto al medio ambiente: «En una industria los hierros no se tiran; se reciclan». Tuvo el presidente palabras para su gente, tanto la de la empresa como la de su círculo más íntimo, con su esposa y su hijo en primer lugar. Y cerró su intervención con el convencimiento de que «lo mejor está por llegar».
De momento, en los últimos veinte años, bajo su dirección, Thune Eureka ha invertido diez millones de euros, que pronto se ampliarán con millón y medio de euros más. La plantilla de la factoría se eleva a 85 trabajadores, que encuentran en la formación constante una de sus marcas genéticas. «Sin esfuerzo —apuntó García— no hay nada, por mucho que en los tiempos modernos el esfuerzo no exista». La transferencia de tecnología y conocimiento por parte de sus fundadores noruegos, la matriz Kvaerner con la que la empresa siempre ha conservado una potente relación, es otro de los pilares de una industria que elabora equipos offshore y subsea, trabaja en los ámbitos del papel, la congelación en buques y la minería, y, como incorporación más reciente, colabora en proyectos científicos internacionales. La facturación es importante —12 millones de euros el año pasado—, pero sin la pasión que destilan estos 50 años solo sería un número.