La red que movía droga entre Galicia y Asturias usaba retardantes de la eyaculación, laxantes e insecticidas para adulterar la cocaína

s. gonzález / j. romero VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

LOMBARDERO

Empleaba una amplia gama de sustancias de corte y manejaba material con índices de pureza inferiores al 2 %

28 ene 2023 . Actualizado a las 15:59 h.

A la espera de que la Fiscalía Antidroga y sus respectivas defensas tanteen si es posible un acuerdo de conformidad, sobre los siete acusados de integrar la red que movía cocaína y heroína entre Galicia y Asturias, con Vilagarcía de Arousa y Santiago como centros de operaciones, pesa una petición de cárcel que oscila entre los cinco y los nueve años.

La investigación sitúa al frente de la trama al ciudadano albanés Vincent Vasjari, afincado en A Illa, a quien se atribuyen buenos contactos en su país natal y Turquía. A la vista de lo que el Equipo contra el Crimen Organizado de Galicia (ECO) y los Equipos de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil se encontraron cuando en diciembre del 2017 registraron los domicilios de los principales imputados, las sustancias de corte que empleaban para adulterar su mercancía responden a un espectro químico en absoluto aconsejable. Pero hay algo más. En el domicilio de uno de los acusados, que reside en Vilanova, los agentes hallaron una lista de productos que incluían acetona, ácido clorhídrico (el salfumán de toda la vida, extraordinariamente corrosivo) y éter etílico, utilizados en los laboratorios del ramo no para engordar la fariña final, como vulgares camellos, sino para transformar la base de cocaína (el cristal que se fuma bajo la denominación de crack) en clorhidatro de cocaína, el reconocible polvo escamoso que llega al consumidor. Intervienen, por lo tanto, en una de las fases, la última, de su elaboración.

Junto a estas tres sustancias figuraban referencias al Monitol, un laxante de apariencia similar a la cocaína que se utiliza para reducir la pureza de la mercancía y, consecuentemente, agrandar las ganancias con su venta. También al Inositol, un producto sintetizado a partir de la vitamina B que interviene en la fabricación de las célebres e insalubres bebidas energéticas y posee un ligero efecto euforizante. Tiene su gancho en los círculos cinematográficos, ya que es lo que los actores suelen esnifar cuando una escena requiere que simulen consumir polvo blanco.

Más allá de las anotaciones en papel, varios integrantes de la red guardaban en sus viviendas material de corte. Por ejemplo, 197 gramos de benzocaína. Se trata de un anestésico local al que recurren, sin ir más lejos, los dentistas, a la hora de llevar a cabo sus cirugías. Ciertos fabricantes de preservativos también echan mano de ella en sus artículos como retardante de la eyaculación.

El ácido bórico es otro de los adulterantes que utilizaba la trama. El compuesto se emplea como antiséptico e insecticida, En tiempos, incluso a la hora de conservar alimentos, aunque este uso fue prohibido hace años por su elevada toxicidad. Como se presenta en forma de cristales, es fácil cortar con él la cocaína, aunque tampoco es extraño que engorde la heroína. Su absorción por vía nasal provoca escozor y sangrado. Uno de los acusados lo había mezclado con lidocaína, otro anestésico local. Por fin, también poseían algunos gramos de Paracetamol, un analgésico bien conocido, y de Piracetam, un fármaco que combate los trastornos de memoria y atención, muy útil en casos de degeneración cognitiva.

Pocas dudas caben acerca del destino que esta gente daba a tanto material. La red alternaba la mercancía de calidad con gramos de pureza ínfima. En Vilanova, los investigadores recogieron cocaína al 1,67 %, y heroína, al 1,17 %. Un batiburrillo químico.