Minda, la peluquera que se siente feliz poniendo guapas a las señoras de Baión

Bea Costa
bea costa VILANOVA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Mónica Irago

Una mamá agradecida y la asociación O Castro hacen posible que vecinas de la parroquia eviten colas y gastos y vuelvan a casa peinadas y con las uñas a todo color

13 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Herminda Souto Vila, Minda, empezó a trabajar como peluquera a los trece años. Ahora, ya jubilada, sigue lavando y peinando cabezas de forma altruista y con el único afán de ayudar y hacer la vida más agradable a los demás. Pero la primera que se beneficia es ella. «Me siento feliz», explica. Todo empezó en Con Eles, una asociación creada en Vilagarcía para apoyar a las personas con discapacidad intelectual y a sus familias. Aprovechando que tiene que llevar al centro a su hija, pensó que sería útil echar unas horas más y colaborar en lo que mejor sabe hacer. Las usuarias del centro encontraron así una peluquera que tan pronto les corta el pelo como les depila las piernas, pero la pandemia lo frenó todo y Minda está ahora a la espera de las instrucciones de la dirección del centro para retomar esta rutina. Entre tanto, ya se ha quitado la espinita con las señoras de Baión (Vilanova).

En diciembre empezó también a ejercer de peluquera en la asociación cultural O Castro, adonde cada miércoles acuden una quincena de socios de Con Eles para pasar una tarde diferente, con música y en compañía de los voluntarios de esta organización sin ánimo de lucro. Minda está tan agradecida por el trato que allí le dispensan a su hija —«en 42 años que tiene es la única vez que alguien le abrio así las puertas», señala— que ha querido compensarlo de algún modo, así que los miércoles, de cuatro a ocho de la tarde, se arma con el peine y el secador para poner guapas a las habituales de la unidad de atención a los mayores de O Castro.

La asociación compró un reposacabezas y los cepillos y el resto lo lleva Minda de casa. Empezó peinando, pero ahora ya hay quien aprovecha y le pide un tinte y que le pinte las uñas. Y si hay tiempo, se sacan también los pelos del bigote y de las cejas. Todo sin salir del centro cultural de Baión, y gratis.

Son unas cabezas maravillosas, dice Minda, que sabe bien lo que es lidiar con clientas puntillosas y exigentes tras haber trabajado muchos años en una peluquería en Vilagarcía. «Son muy agradecidas, siempre quedan satisfechas», lo cual convierte el trabajo de estar cuatro horas de pie en un placer. Y es que, además de para arreglarse, estas sesiones de peluquería son un pretexto para verse y charlar en estas tardes lluviosas de invierno.

Minda volvió este miércoles a peinar canas —la mayoría de las usuarias tienen entre setenta y ochenta años— después del parón de las vacaciones navideñas y espera seguir hasta que el cuerpo aguante.

El caso de Minda plasma perfectamente el modelo que propugnan desde O Castro, donde llevan una década trabajando en el campo de voluntariado en favor de las personas mayores y personas con discapacidad. Las familias son una parte esencial del proyecto, y muchas de ellas acaban implicándose hasta el punto de convertirse, también, en voluntarios.

La unión de todos estos esfuerzos y voluntades ha cristalizado en el Premio Galicia de Voluntariado 2022 que la asociación todavía está celebrando.